Los centros asistenciales utilizan las ecografías para confirmar diagnósticos.
Varias clínicas aseguraron tener protocolos para evitar abortos.
Luego de la polémica generada por los dichos de la ex ministra de Salud, Helia Molina, respecto a la práctica de eventuales abortos en "clínicas cuicas", situación que finalmente detonó en su salida del cargo, varios de estos establecimientos aseguraron que cuentan con protocolos para evitar abortos encubiertos.
El antecesor de Molina, Jaime Mañalich, rechazó estas acusaciones la semana pasada asegurando que cuando trabajaba en la Clínica Las Condes instauró hace unos 20 años un sistema que, en caso de vaciado uterino, permitiera certificar que no se trataba de un aborto, el cual consiste en la realización de ecografías tomadas en la propia clínica y por médicos del establecimiento.
En tanto, desde la Clínica de la U. de Los Andes afirmaron que cuentan con protocolos que establecen que cuando se detecta la muerte de un feto se debe confirmar con una radiografía realizada por médicos de la entidad para confirmar que el corazón no late, publicó el vespertino La Segunda.
En tanto, Cristián Ugarte, presidente del Consejo de Directores Médicos de Banmédica, que agrupa a las clínicas Santa María, Dávila y Vespucio, en Santiago, y Biobío y Ciudad del Mar en regiones, aseguró que también disponen de procedimientos de este tipo.
"Antes de realizar cualquier intervención o tratamiento de legrado -vaciado del útero- en pacientes con diagnóstico de aborto espontáneo o feto muerto en útero, se exige, entre otras cosas, hacer una ecografía previa con un especialista distinto al médico tratante", dijo el médico.
Asimismo, desde la Clínica Tabancura aseguraron que toda paciente gestante que ingrese para algún procedimiento invasivo es evaluada con una ecografía transvaginal confirmando el diagnóstico y evaluando el cuadro clínico y de acuerdo a ese resultado el médico tomará las decisiones buscando la seguridad de la paciente.
Además, en caso de vaciamientos ginecológicos, a las mujeres se les pide un examen hormonal para confirmar el estado no gravídico de la usuaria.
Por otro lado, en la Clínica Las Lilas señalaron que las pacientes que entran para un vaciamiento uterino debe tener una ecografía transvaginal o abdominal realizada por un ginecólogo de la clínica y en caso de existir sospechas de un aborto provocado, se realiza la denuncia correspondiente.
Finalmente, desde la Clínica Bicentenario indicaron que las pacientes deben someterse a una segunda ecografía en el recinto y las mujeres que llegan por urgencia con diagnóstico de aborto requerirán una ecografía hecha por el residente del servicio.
