Estudio desmintió que los hijos entre primos hermanos presenten problemas congénitos

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Autor: Cooperativa.cl

Sólo existe 1,7 por ciento de probabilidades de que nazca un bebé con malformaciones.

Como ejemplo, Charles Darwin se casó con su prima y tuvieron 10 hijos sanos.

Por muchos años se ha dicho que si uno se casa con un primo hermano los hijos que se engendren saldrán tontos, tendrán deformidades o no se desarrollarán con normalidad.

Sin embargo, una nueva investigación desmiente muchos de estos mitos y afirma que no existen evidencias científicas que avalen tales creencias.

Los expertos en genética Diane B. Paul y Hamish G. Spencer han revisado los estudios sobre el tema y sus resultados, que publican en  la revista Plos Biology, demuestran que "el riesgo de que los hijos de una pareja de primos nazca con defectos congénitos es mucho menor de lo que se pensaba".

Así, indican que las probabilidades de que los bebés de estos matrimonios vengan al mundo con problemas es 1,7 por ciento mayor que el de las parejas sin lazos sanguíneos y la tasa de mortalidad es 4,4 por ciento más elevada.

No obstante, estas cifras son las mismas que se atribuyen a las mujeres que van a ser madres a partir de los 40 años y mucho menor que el de las personas con enfermedad de Huntington, que tienen 50 por ciento de transmitir sus genes enfermos a sus hijos.

A la vista de estos datos los investigadores concluyen que "no existe ningún motivo ni ninguna base científica que justifiquen las leyes que prohíben estos matrimonios y que les impiden tener descendencia".

La legislación a la que hacen referencia está vigente en 31 estados de EEUU, en China, Taiwán, Corea del Norte y del Sur.

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El científicos Charles Darwin se casó con su prima hermana y tuvieron 10 hijos sanos.

La herencia de las clases altas

Según recuerdan los autores, los matrimonios entre primos era una práctica muy habitual hasta la segunda mitad del siglo XIX. Esta tradición era especialmente famosa entre las elites, que veían en las bodas entre familiares la manera de conservar su selecto linaje.

Al margen de las clases altas, en EE.UU. la práctica se popularizó también entre los inmigrantes y los pobres que vivían en un ambiente rural.

En cualquiera de los casos, la opinión de la sociedad sobre este tipo de parejas cambió a finales del XIX y principios del XX, cuando empezaron a verlo como una unión imprudente, llena de riesgo. Esta concepción es la que perdura en la actualidad.

Para aclarar los problemas que pueden tener los hijos de estos matrimonios, la National Society of Genetic Counselors (NSGC) realizó un trabajo exhaustivo sobre el asunto y concluyó que el riesgo era mucho menor de lo que esperaban.

Y, para confirmarlo ponen de ejemplo el matrimonio formado por el científico Charles Darwin y su prima Emma Wedgwood, que tuvieron 10 hijos, todos ellos sanos.