Los niños que ven mucha TV tienen más riesgo de depresión en el futuro

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Autor: Cooperativa.cl

El mal hábito altera el sueño, necesario para el desarrollo emocional y cognitivo.

No realizan actividades sociales que los protegen ante la enfermedad.

La semana pasada se publicó un estudio que afirmó que los niños que son adictos a la televisión serán fieles consumidores de comida chatarra cuando sean adultos. A esta investigación se acaba de sumar otra que culpa a la TV de los síntomas depresivos que padecen muchos menores cuando llegan a la juventud.

Según Brian Primack, científico de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania (Estados Unidos) y director del trabajo publicado en Archives of General Psychiatry explica que "existen muchos mecanismos diferentes por los que la exposición a los medios electrónicos (televisión, radio, videos o juegos de ordenador) puede influir en el desarrollo de depresión"

Y agrega: "Por ejemplo, los adolescentes que dedican un tiempo excesivo a ellos, pierden la oportunidad que tienen sus semejantes de dedicar tiempo a actividades sociales, intelectuales o deportivas que ejercen un papel protector frente a la enfermedad".

Otras vías por las que atontarse ante la pantalla puede asociarse a un mayor riesgo depresión son "porque altera el sueño, necesario para el desarrollo emocional y cognitivo; porque muchos de los contenidos de la programación pueden causar ansiedad o, simplemente, porque se exhiben mensajes que pueden engendrar una visión negativa y temerosa del mundo", recalcan los investigadores.

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Los niños se pierden de actividades sociales frente a la TV.

Riesgos e impactos

Para conocer mejor esos riesgos y cuál de los medios electrónicos tiene más impacto en la mente juvenil, los autores realizaron el "Estudio Longitudinal de la Salud de los Adolescentes" (Add Health, sus siglas en inglés), que contó con 6.504 niñas y niños que fueron entrevistados en sus casas y que confesaron dedicar 5,68 horas diarias a los medios electrónicos (la mitad de este tiempo frente al televisor).

Finalmente, seleccionaron a 4.142 participantes que no tenían depresión en 1995, cuando se inició el mencionado trabajo.

Siete años después, cuando los menores ya tenían una media de 21 años, fueron sometidos a un chequeo (un cuestionario con 20 ítems para evaluar si tenían o no la enfermedad mental).

De todos ellos, 308 (el 7,4 por ciento) desarrollaron síntomas depresivos.

Tras analizar los datos, los investigadores encontraron que la exposición a la televisión y no al resto de medios es la que "más estrechamente se relaciona con la patología, sobre todo en el sexo masculino", determina el estudio.

Actividad pasiva, pero dañina

"El mensaje de este trabajo es importante por varias razones. Constata que en los niños con cierta predisposición a sufrir depresión ver mucho la tele eleva su riesgo de desarrollarla y este hecho obedece, en parte, a que no hacen otras cosas, como salir con los amigos, que son comportamientos protectores", afirma al diario español El Mundo Celso Arango, jefe de la Unidad de Adolescentes del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

"También porque ver la tele es una actividad pasiva. Lo máximo que se puede hacer es zapping y no hay decisión sobre sus contenidos. Los adolescentes observan imágenes de cosas inalcanzables o se comparan con estereotipos, lo que les puede provocar ansiedad y frustración", destaca el experto.

Tanto los autores del estudio como el experto madrileño defienden que pediatras y médicos de familia pregunten a los padres si sus hijos ven mucha televisión.

En el caso de que la respuesta sea afirmativa "deberían someterlos a una evaluación con el fin de sopesar si su funcionalidad sicosocial es la adecuada, así como realizarles un chequeo sobre síntomas depresivos".