Chofer y guardaespaldas de Rocha arriesgan cadena perpetua por muerte de martillero

Este lunes comenzó en San Antonio el juicio oral contra el chofer Marcelo Morales y el guardaespaldas César Osores, ambos empleados del fallecido empresario Gerardo Rocha, quienes son acusados de ser cómplices del asesinato del martillero público Jaime Oliva en febrero de 2008.

La defensa de los dos imputados alegó que estos en ningún momento tomaron participación alguna en los hechos, mientras que la fiscalía solicitó la pena de cadena perpetua efectiva para ambos sujetos.

En su declaración al tribunal, Osores señaló que se sintió "utilizado" por su ex patrón, porque confesó que había ido "con las mejores intenciones de trabajar con él, porque yo admiraba su labor, lo que hacía como persona".

"Nunca pensé que haberme vinculado con él y ser utilizado en lo que cometió. Eso me tiene muy mal en lo personal", expuso Osores frente a la sala.

Morales, en tanto, se dirigió a los familiares de Jaime Oliva y aseguró que rezará por ellos, al comenzar su declaración.

"Desde el momento en que tomé conciencia de lo que había pasado y por el resto de mi vida, como cristiano que soy, ellos irán en los rezos tanto mío como de mi familia", afirmó.

Casi 100 testigos

Alvaro Pérez, fiscal a cargo, manifestó que los cerca de 90 testigos que participarán en el juicio tienen las respuestas que permitirán aclarar la muerte de Oliva y el posterior incendio que causó graves quemaduras a Rocha y que finalmente le costaron la vida.

Además, Pérez confirmó la petición de la parte querellante para contar con el testimonio del general en retiro Manuel Contreras, puesto que existen evidencias de que Rocha, acompañado del espía Dante Yutronic, visitó al ex jefe de la DINA en Punta Peuco antes del homicidio.

En esta arista, el tribunal de San Antonio acogió la solicitud del abogado del ex militar, Fidel Reyes, para que este declarase mediante oficio, acusando impedimentos de salud para dirigirse a la Región de Valparaíso.