Mujer afectada por radiación acusó falta de ayuda del Hospital de Neurocirugía
La funcionaria se querelló para determinar responsabilidades.
El recinto médico sospecha de intencionalidad en el hecho.

La funcionaria Rosa Cerda, quien resultó envenenada con un elemento radiactivo en el Instituto de Neurocirugía, señaló que la querella que presentó por homicidio frustrado y envenenamiento busca establecer responsabilidades en el hecho que la afecta.
"A estas alturas ya no creo en las autoridades de Neurocirugía. Más que nada, esto lo hago para determinar responsabilidades. A lo mejor alguien más se contaminó con esto, alguien más sin darse cuenta tomó agua, pueden haber pacientes contaminados, uno nunca sabe", dijo Cerda a El Diario de Cooperativa.
Según se estableció, Cerda ingirió agua con tecnecio M99, un radioactivo que se usa como contraste para las gammagrafías, la cual sacó de un hervidor de agua que usa regularmente, el cual también registró radioactividad.
El descubrimiento de su contaminación fue por casualidad, ya que al girar la cámara con que se realiza este examen, la máquina detectó que la botella de agua de Cerda era una fuente contaminante.
A pesar de ello, "eso de darnos cuenta de la contaminación a la que yo había sido expuesta no fue ese día, fue al otro día, entonces el producto que yo haya eliminado ya horas antes, yo ya estuve eliminando radiactividad", y hasta ahora no la ha visto ningún especialista.
La mujer explicó que está con licencia desde el 19 de mayo pasado, y "a esta fecha ha pasado cuánto tiempo, y yo no he tenido ayuda, el doctor (Jaime) Lavados jamás se ha acercado a mí para darme una explicación, yo no he firmado ninguna declaración".
Según el abogado Roberto Vega, los químicos no se mantenían guardados con la seguridad adecuada, porque "nunca tuvieron medidas de seguridad acorde con el nivel de peligrosidad que tienen estos materiales".
"Aquí no puede si no haber existido intencionalidad en el traslado del componente radiactivo al hervidor de agua de Rosa Cerda", acusó el abogado.
La defensa del recinto
Por su parte, en el establecimiento descartaron que haya habido demora en la atención de la funcionaria, y se enfatiza que la dosis ingerida no representa un riesgo para su salud a largo plazo.
"Es prácticamente imposible que esto sea un accidente, porque el isótopo viene en frascos sellados, envueltos en una capa de plomo, y la única manera de extraerlo es con una jeringa. Alguien tuvo que extraer el isótopo y haberlo agregado al agua", detalló el subdirector médico del instituto, Patricio Loaiza.
El recinto ya inició un sumario administrativo para buscar responsabilidades, el cual está en su etapa final.