Pamela Jiles: "No hay diferencia sustancial entre el Congreso y la farándula"

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Autor: Cooperativa.cl

La diputada del Frente Amplio advirtió que "sin televisión no habrá revolución".

Insistió en su crítica a lo que denomina "izquierda boutique; impostora que desprecia a los públicos masivos y sus gustos, que le teme al pueblo".

 ATON (archivo)

Comentó también su altercado con el diputado Ignacio Urrutia (UDI): "Ese hecho puede tener mayor impacto y recordación en el inconsciente colectivo".

La diputada del Frente Amplio Pamela Jiles aseguró que no existe diferencia real entre el Congreso y la farándula.

En entrevista con La Segunda, la parlamentaria comparó su labor actual con lo que hacía como panelista televisiva, y concluyó que "no hay diferencia sustancial entre el Congreso y la farándula".

"Hay que decir que es indudable que sin televisión no habrá revolución. Ambos son espacios donde se disputa lo que consideramos aceptable, correcto o ético", reflexionó.

La periodista afirmó que "el Congreso es un escenario ideal desde el cual instalar contracultura a través de la acción política, con un enorme alcance simbólico", y puso como ejemplo el propio.

"Después de 30 años de transición una parlamentaria, mujer, se levanta, atraviesa el hemiciclo y enfrenta a otro congresista que insulta a las victimas de tortura", expuso, refiriéndose al altercado que tuvo con el diputado Ignacio Urrutia (UDI) y que le valió una sanción de la Comisión de Ética.

"Ese hecho puede tener más mayor impacto y recordación en el inconsciente colectivo que mil discursos", dijo.

La "izquierda boutique"

Jiles también se refirió al rol del Frente Amplio y aseguró que es una "coalición nueva que tiene una estética sumamente sexy y una ética en construcción, en la que sería deseable profundizar nuestro mandato de impugnar al poder y no acomodarnos a él".

"Seremos un proyecto político viable si no olvidamos ni por un segundo que la acción política revolucionaria implica una incomodidad manifiesta con la institucionalidad, y que eso debe expresarse nítidamente", declamó.

Agregó que "en el Frente Amplio coexisten fuerzas directamente de derecha con otras levemente progresistas, con algunas otras que privilegian los intereses del oprimido siempre y sin concesiones".

"Yo soy muy critica de la 'izquierda boutique', esa impostora que desprecia a los públicos masivos y sus gustos, que le teme al pueblo, que renuncia a escuchar a quienes dice representar, que no entiende lo que dicen las masas con sus controles remotos de televisión, con sus pifias, con su malestar, con su abstención y sus gritos", explicó, insistiendo en el concepto que instaló en los últimos días en redes sociales.

"La izquierda boutique desprecia la farándula con una mueca de superioridad cultural, pero no se pregunta ni por un segundo por qué la cultura popular acoge esos contenidos. Hay entre nosotros esa izquierda impostora, que aspira a convertirse en el nuevo partido del orden, que quiere a toda costa pactar a troche y moche con la DC en el Congreso, ser reconocida y validada por la clase política, aparecer en las encuestas, ir corriendo a La Moneda a la menor señal de Blumel", acusó.

"Esa izquierda boutique no tiene vocación de mayoría, hace política de nichos, aburguesada, aséptica, sorda. Usa al feminismo como una moda, mientras reproduce estereotipos patriarcales en la práctica política, por ejemplo", sentenció.