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Resort fue condenado por discriminar a pareja gay

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Autor: Cooperativa.cl

El dueño retó a los pololos por besarse en público y los conminó a irse si no se "comportaban".

La Justicia descartó que su actuar atentara contra "la moral y las buenas costumbres".

El dueño del recinto deberá pagar una multa de 2,4 millones de pesos.

El 26° Juzgado Civil de Santiago condenó a Roberto Movillo, dueño del Resort & Spa Panimávida, al pago de 50 UTM (2,4 millones de pesos) y a no volver a cometer conductas discriminatorias por la orientación sexual de los pasajeros del recinto, por considerar que cometió una discriminación arbitraria contra una pareja, así como también una vulneración a sus derechos como consumidores.

Según informó en un comunicado la Fundación Iguales, el 1 de julio de 2018 Roberto Ampuero (uno de sus activistas) y su pololo, Felipe Vigouroux, fueron reprendidos por Movillo, quien los conminó a "comportarse", dejar de besarse en los espacios públicos del recinto o abandonarlo, pese a que tenían reserva vigente hasta el día siguiente.

Tras el hecho, la Fundación se hizo parte de una denuncia amparada en la Ley Antidiscriminación y la Ley del Consumidor. 

La sentencia destaca que el demandando reconoció haber reconvenido a los pololos por besarse en público, y consideró que hacerlo sólo estuvo motivado por su orientación sexual, lo que consideró un acto discriminatorio que vulnera el principio de la igualdad ante la ley.

De este modo, ordenó al empresario que, "en el futuro, no vuelva a reiterar dicha conducta discriminatoria", junto con el pago de la multa de 50 UTM, a beneficio fiscal (ver archivo adjunto).

"No se atentó contra las buenas costumbres"

Para el director jurídico de Fundación Iguales, Jorge Lucero, "el fallo de primera instancia en contra de Resort & Spa Panimávida (Hotelera Linamavida Limitada), marca un hito importante en el respeto al ejercicio legítimo de los derechos fundamentales establecidos en nuestra Constitución".

"El reconocimiento por parte del tribunal de que las muestras de afecto entre dos personas del mismo sexo no son atentatorias a la moral y a las buenas costumbres deja de manifiesto que el pensamiento relativo a la diversidad sexual, al fin está cambiando en Chile", indicó.

"No tenemos que escondernos por miedo"

El fallo fue también celebrado por Roberto Ampuero, uno de los dos jóvenes discriminados: "Es necesario que las personas de la diversidad sexual nos sintamos seguras de poder demostrar nuestro amor en público, porque las familias diversas existimos y no tenemos que escondernos por miedo a que vulneren nuestros derechos".

"Este caso demuestra que se puede hacer justicia frente a agresiones y esperamos que sean más las personas que se atrevan a tomar acciones legales que permitan que cada día se reduzcan este tipo de ataques", agregó.