Infectóloga: Es inentendible limitar reuniones familiares y autorizar cultos religiosos

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Cooperativa.cl

Si bien reconoce que las restricciones son "molestas", Claudia Cortés remarcó en Cooperativa que "la situación las amerita".

Por lo mismo, la vicepresidenta de la Sochinf sugirió también postergar el retorno a clases presenciales hasta que todos los profesores estén vacunados.

 ATON (Archivo)

La vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), Claudia Cortés, cuestionó que el Gobierno permitiera la realización de cultos religiosos en la fase de Transición considerando el complejo momento del Covid-19 en el país, que en días anteriores llevó al Ejecutivo a endurecer las restricciones.

Considerando que hoy se testea mucho más que en el invierno pasado, la experta planteó en El Diario de Cooperativa que la métrica de comparación más efectiva en este escenario son los casos diarios, los hospitalizados y las camas críticas utilizadas.

Bajo esos criterios, "estamos un poquito más abajo del peak de contagios, que fue como de 6.050 casos diarios, y ahora estamos al borde de los 6.000", mientras que "la ocupación de camas que llegamos a tener es como de 100 más UCI de las utilizadas hoy día", aunque en la actualidad, 30 por ciento de los pacientes de aquellas unidades se tratan por otras patologías.

En este sentido, la infectóloga afirmó que "es bien inentendible que se pongan ciertos límites a las reuniones dentro de las familias -en que no pueden haber más de cinco personas-, pero que se autoricen cultos religiosos en que puede haber más de eso, y también en espacios cerrados. No tiene mucho sentido".

"El ir restringiendo ciertas libertades por supuesto que es bastante molesto y hay una serie de argumentos en contra, pero en este momento la situación lo amerita", enfatizó Cortés.

Por lo mismo, sugirió también postergar el retorno de los escolares a clases presenciales, pues "hablando solo desde la perspectiva del contagio y de lo epidemiológico e infectológico, los niños generan una movilidad enorme, porque no se mueven solos: los mueven los papás, se tienen que mover los profesores y los asistentes de educación, y todavía esos adultos no están vacunados con su segunda dosis".

"Sabemos que los niños se enferman y transmiten la enfermedad. Sé que el ministro Paris ha dicho lo contrario en varias ocasiones, eso no es real (...) Si nos aguantamos a que todos los profesores estén vacunados y los casos comiencen a descender, vamos a poder mandar a nuestros hijos al colegio en forma mucho más segura", emplazó.