Lucía Hiriart veía "con escozor" el rumbo del país, reveló su nieto

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Autor: Cooperativa.cl

Rodrigo García aseguró que su abuela es parte del legado de la dictadura de Pinochet.

Ayer, pasadas las 15:00 horas, falleció la viuda del dictador a los 99 años producto de una falla cardiorrespiratoria.

Rodrigo García, nieto de Augusto Pinochet y Lucía Hiriart, comentó la "obra" de la dictadura también lleva el nombre de la fallecida nonagenaria quien además veía "con escozor" el proceso que vive Chile actualmente tras el estallido social que encaminó al país hacia una nueva Constitución.

A través de una carta publicada en El Mercurio, García Pinochet relató que "nunca las injurias contra ella la llevaron a expresar odio, jamás lo inculcó, y le agradezco ello. Su obra no se limitó a la labor social manifestada en cientos de Centros de Madres, sino que también fue el soporte y pilar fundamental de mi abuelo".

"Fue ella quien lo llevó en la penumbrade la noche a ver a sus hijos y preguntarle si era el comunismo el futuro que para ellos quería", contó.

Hijo de Lucía Pinochet, García agregó que "la obra construida durante los 17 años de gobierno (sic) también lleva su nombre, y le agradezco aquello, ya que soy parte de una generación de chilenos que tuvo la posibilidad de crecer en un país próspero, libre, sin parangón alguno en la historia de Chile".

"Con escozor -reveló- ella veía el rumbo que tomaba el país. Así me lo dijo hace poco más de un año, pero su corazón seguía sin odio, tampoco airado o encolerizado. Tal vez sí con pena de ver cómo todo se echaba por la borda".

"Poco antes de un día clave para nuestro país, y más allá del resultado, serán los años los que harán un juicio justo sobre su obra y persona", finalizó.

Hiriart es de una de las figuras políticas más controvertidas de Chile y, junto a Pinochet, comandó una de las dictaduras más sangrientas de América Latina, que dejó al menos 40.000 víctimas y más de 3.000 asesinados o desaparecidos a manos de agentes.

Al poco de conocerse su fallecimiento, cientos de personas se congregaron en Plaza Italia, el epicentro de las grandes protestas de 2019, y bocinas de autos se escucharon por las calles de Santiago.