Ante la guerra en Ucrania, Biden presentó un presupuesto con más gasto en defensa

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EFE

El gobierno estadounidense pretende asignar 6.900 millones de dólares al conflicto armado y el refuerzo del flanco este de la OTAN, con el fin de "contrarrestar" la invasión rusa.

Este monto es una fracción de los 813.000 millones de dólares destinados a a defensa, que equivalen a un incremento del 4% respecto al 2022.

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Biden solicitó que el gasto continúe para responder "a la agresión" del presidente ruso, Vladímir Putin.

El gobierno de los Estados Unidos presentó este lunes un proyecto presupuestario de 5,79 billones de dólares, con un mayor gasto en defensa que coincide con la guerra en Ucrania, que quiere financiar subiendo los impuestos a las corporaciones y a los más ricos.

En su propuesta, de 277 páginas, la Casa Blanca solicita que el Congreso apruebe aquel monto para el año fiscal 2023, y en total, quiere destinar 813.000 millones de dólares a defensa, lo que supone un incremento del 4 por ciento respecto al 2022, de los que 31.000 millones de dólares serían en gasto nuevo.

Para la guerra en Ucrania y reforzar el flanco este de la OTAN, la Administración de Joe Biden busca asignar 6.900 millones de dólares con el fin de "contrarrestar" la invasión rusa del territorio ucraniano.

En un comunicado, Biden solicitó que el gasto continúe para responder "a la agresión" del presidente ruso, Vladímir Putin, "con el apoyo de EEUU a las necesidades económicas, humanitarias y de seguridad" de Kiev.

LUCHA CONTRA EL CRIMEN E INCREMENTO DE IMPUESTOS

De vuelta en el terreno doméstico, la iniciativa presupuestaria incluye 17.400 millones de dólares para las fuerzas de seguridad para luchar contra el crimen en EEUU, de los que 1.700 millones serán para combatir el tráfico de armas de fuego.

El gobierno quiere financiar este presupuesto al tiempo que disminuye el déficit federal en 1,3 billones de dólares este año, en "la mayor reducción anual de la historia de EE.UU.", subiendo los impuestos a los más ricos y las grandes empresas.

Esto será posible, en parte, aumentando el impuesto a las corporaciones del 21 al 28 por ciento, algo a lo que se oponen los demócratas más moderados del Congreso.

El Ejecutivo quiere también imponer un nuevo impuesto mínimo del 20 por ciento para los más ricos del país, es decir, las fortunas superiores a 100 millones de dólares.

Sobre los impuestos, la directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, Shalala Young, aseguró que este proyecto "garantiza que nadie que gane menos de 400.000 dólares al año pagará ni un centavo más en nuevos impuestos".