Virus de monos, similar al ébola o el VIH, podría saltar a los humanos

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EFE

Este arterivirus, considerado una amenaza crítica para los monos macacos, todavía no ha infectado a ningún humano pero los autores piden vigilancia.

"Este virus animal ha descubierto cómo acceder a las células humanas, multiplicarse y escapar a algunos de los importantes mecanismos inmunitarios (...). Eso es bastante raro", apunta el estudio.

 National Geographic

Los arterivirus simios también parecen atacar a las células inmunitarias, desactivando los principales mecanismos de defensa y arraigándose en el organismo a largo plazo.

Una familia de virus, endémica ya en primates africanos salvajes y conocida por causar síntomas mortales parecidos a los del ébola, está ya "lista" para saltar a los humanos y convertirse en una nueva pandemia para animales y personas.

Así lo advirtió este viernes una investigación liderada por la Universidad de Colorado en Boulder y publicada en la revista Cell. Este arterivirus, considerado una amenaza crítica para los monos macacos, todavía no ha infectado a ningún humano pero los autores -que lo comparan con el VIH, que se originó en los monos africanos- piden vigilancia.

"La comunidad sanitaria mundial podría evitar una nueva pandemia si vigila desde ya este arterivirus en animales y en humanos", según el estudio, y la autora principal del estudio y bióloga molecular en Boulder, Sara Sawyer, expresó que "deberíamos prestarle atención".

"Este virus animal ha descubierto cómo acceder a las células humanas, multiplicarse y escapar a algunos de los importantes mecanismos inmunitarios que esperaríamos que nos protegieran de un virus animal. Eso es bastante raro", señaló Sawyer.

Aunque hay miles de virus que circulan entre los animales de todo el mundo, la mayoría no causan síntomas pero en las últimas décadas, un número cada vez mayor de ellos ha saltado a los humanos, causando estragos en el sistema inmunitario como el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) en 2012; el coronavirus del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV) en 200; y el SARS-CoV-2 (el causante del covid-19) en 2020.

INVESTIGACIÓN Y SU COMPARACIÓN CON EL VIH

Durante 15 años, Sawyer ha utilizado técnicas de laboratorio y muestras de tejido de animales salvajes de todo el mundo para explorar qué virus animales pueden ser los siguientes en saltar a los humanos. En el último estudio, ella y el primer autor, Cody Warren (becario posdoctoral en el Instituto BioFrontiers de la U. de California), se centraron en los arterivirus, que son comunes entre los cerdos y los caballos, pero poco estudiados entre los primates no humanos.

El estudio ha demostrado que una molécula, o receptor, llamada CD163, es la que permite a los arterivirus simios causar infección en un organismo y, mediante algunos experimentos, los autores descubrieron que el virus también era extraordinariamente hábil para engancharse a la versión humana de CD163, introducirse en las células humanas y hacer rápidamente copias de sí mismo.

Igual que el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y su precursor, el virus de la inmunodeficiencia simia (VIS), los arterivirus simios también parecen atacar a las células inmunitarias, desactivando los principales mecanismos de defensa y arraigándose en el organismo a largo plazo.

"Las similitudes son profundas entre este virus y los virus de los simios que dieron lugar a la pandemia del VIH", avisa Warren. Aunque la investigación dice que una nueva pandemia "no es inminente" ni hay por qué alarmarse, pide a la comunidad sanitaria mundial que dé prioridad al estudio de estos arterivirus. "Que no hayamos diagnosticado aún una infección por arterivirus en humanos no significa que ningún humano haya estado expuesto. Solo que no lo hemos buscado", agregó.

Warren y Sawyer recuerdan que en la década de 1970 tampoco se había oído hablar del VIH, un virus que se originó probablemente a partir de primates no humanos infectados en África, y que después saltó a los humanos. Cuando empezó a matar a hombres jóvenes en la década de 1980 en Estados Unidos, no había pruebas de serología ni tratamiento posible.