Su hijo se refirió a ella como "la señora" y evitó mirarla mientras declaraba.
La acusada se mostró afectada con el testimonio de su hijo.
Juan José Zamorano, considerado el hijo predilecto de María del Pilar Pérez, comentó en el juicio contra su madre que le avergüenza tener parentesco con la mujer y aseguró que siempre sospechó de ella en torno a la muerte de su padre, Francisco Zamorano y su pareja Héctor Arévalo en 2007, en el marco del juicio oral por tres crímenes que se le imputan a la mujer.
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| Zamorano aseguró que las grandes obsesiones de la mujer son "el dinero y la soledad". |
Zamorano relató: "Me subí al auto con Rocío y con Rodrigo y les pregunté ahí mismo: '¿No les llama la atención que haya sido así esto (el asesinato), que no falte nada, que no haya nada roto, que no haya nada forzado? ¿No se les pasa por la cabeza que la señora Pilar Pérez esté involucrada en esto?".
"Su respuesta fue: '¿Cómo va a ser tan mala la señora Pilar Pérez?", y yo les dije 'sí, puede ser así de mala. ¿No les llama la atención?', y ahí quedó el tema", agregó.
Al explicar por qué denunció a su madre sólo un año después de haber atacado a su esposa, explicó que fue "por miedo, Montserrat (Hernando) pensaba que si hacíamos algo, la señora Pilar Pérez iba a hacerle algo peor o iba a mandar a hacerle algo peor".
Además "de mi parte por un poco de vergüenza de tener que difundir lo que la señora Pilar Pérez le había hecho a mi señora y que todo el mundo se enterara, me daba vergüenza ser hijo de esta señora que era capaz de hacer estas cosas", agregó.
Soledad y codicia
El hijo de María del Pilar Pérez estuvo tranquilo durante la declaración en el tribunal, donde en ningún minuto miró a su madre y la trató siempre de "señora". La acusada, por su parte, lloró en distintos momentos del testimonio.
Zamorano dijo que su principal objetivo es "que de una vez por todas se pueda hacer justicia y se le ponga freno a esta señora Pilar Pérez, que está convencida de que puede salirse con la suya siempre y solucionar las cosas a su manera, con violencia, pegándole a la gente, pagándole a la gente para mandar a matar, sin tener ningún reparo en si esa gente es su marido, la nuera, su madre o sus hermanas".
Dijo que la llamada "Quintrala" sólo la mueven dos "obsesiones": "el dinero y quedarse sola. La soledad le da mucho miedo y por eso siempre trata de estar rodeada de gente, ojalá personas que pueda manipular fácilmente".
La declaración de Juan José Zamorano puso fin a la fase de testiminios de la familia y las víctimas de Pérez. A continuación se iniciará la fase de los testimonios de los peritos.
