La historia da cuenta de otros siniestros, incluso en la misma cárcel de San Miguel.
Centro penitenciario tenía una capacidad máxima de 1.100 reos, pero albergaba a 1.900.
El incendio de la madrugada de este miércoles no es el primero que afecta en los últimos años al sistema penitenciario chileno y que deja internos fallecidos. De hecho, en la misma cárcel de San Miguel siete presos murieron en medio de una riña que desembocó en un incendio el 11 de diciembre de 2000.
Por otra parte, el 21 de mayo de 2001 un incendio dejó 26 muertos en la cárcel de Iquique y donde una investigación posterior detectó problemas para custodiar al alto número de internos.
También un siniestro, que afectó a la cárcel El Manzano de Concepción, dejó un saldo de nueve muertos y 18 internos heridos, en septiembre 2003.
Un incendio producto de una riña terminó con 10 internos que fallecieron asfixiados en el penal Colina II, el 26 de abril de 2009.
En las investigaciones posteriores, las condiciones de hacinamiento y un número insuficiente de gendarmes para controlar la población penal, se repitieron entre los factores que propiciaron estos sucesos.
