José de Gregorio señaló que la apreciación del peso, aunque sorpresiva, está en línea con la tendencia de los mercados mundiales.
El presidente del Banco Central, José de Gregorio, admitió que la caída del dólar ha sido "severa e inesperada", aunque también "concordante con la tendencia mundial".
Al intervenir en un encuentro organizado por la Cámara de Comercio Española, De Gregorio admitió que puede haber una "sobrerreacción" del mercado, pero subrayó que la evolución del tipo de cambio ha disminuido la presión inflacionaria.
En lo que va de año, el peso chileno es la tercera moneda más apreciada frente al dólar, después de la corona sueca y el peso colombiano.
De hecho, en los últimos meses se han visto signos de menor inflación, lo que en opinión del presidente del Banco Central, ha permitido mantener la tasa de interés en el 6,25 por ciento.
"Chile nunca ha estado tan bien preparado como ahora para afrontar una crisis internacional", destacó el responsable de la política monetaria, quien reconoció que existe mucha "incertidumbre y perplejidad" a nivel mundial por los altos precios de las materias primas y los combustibles.
De Gregorio defendió la reciente intervención del mercado cambiario al asegurar que es una medida congruente con la meta de inflación, que es de un tres por ciento a dos años (el pasado marzo la tasa interanual fue del 8,5 por ciento).
El Banco Central decidió el pasado día 10 destinar 8.000 millones de dólares a la compra de dólares hasta diciembre, para estabilizar el tipo de cambio, que el emisor no descarta que siga debilitándose.
José de Gregorio destacó que los diferenciales de la tasa de Chile con respecto a la de EE.UU. se han ido reduciendo desde 10 puntos en 1995 hasta cuatro puntos en la actualidad, pero admitió que todavía tienen repercusiones en la tasa de cambio.
Agregó que Chile es, después de Venezuela y Rusia, el país que más ha ganado en los términos de intercambio en el periodo 2003-2007, principalmente debido al alza del cobre, que bordea los cuatro dólares por libra.
En opinión del emisor, la alta incertidumbre mundial hace que no puedan descartarse problemas más severos en el futuro, por lo que considera que "es un buen momento para acumular reservas con el fin de amortiguar las turbulencias que puedan ocurrir".
"Estamos haciendo una inversión en estabilidad aumentando nuestras reservas un 50 por ciento", explicó De Gregorio, quien puntualizó que esta medida "es compatible con la plena flexibilidad de la política monetaria para cumplir con la meta de inflación". (EFE)
