La cifra es muy inferior a la registrada hace dos años.
Expertos coinciden en que este hecho puede tener efectos en otros rubros.
El sector crecerá menos de la mitad de lo que lo hizo en 2012, según las proyecciones de la CChC.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) proyectó que en 2014, las inversiones en construcción crecerán sólo un cuatro por ciento, luego de que en 2012 aumentaran en un nueve por ciento y que en este 2013 se incrementaran un cinco por ciento.
Las cifras reflejan el proceso de desaceleración económica que vive la industria, lo que aleja el fantasma de la "burbuja inmobiliaria" que rondaba meses atrás.
La Cámara atribuyó esta caída en las inversiones a un freno interno generado por la escasez de terrenos para construir y a la paralización de proyectos energéticos, ya que éste es el segundo sector que más invierte en construcción en Chile.
El gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, detalló que "cada día es más difícil buscar donde construir" y explicó que ante "oferta constante o decreciente y demanda creciente, obviamente lo que tú estás viendo es que tu precio de equilibrio es más alto, o sea, imposible que sea más bajo".
"Si tú me preguntas si el precio va a bajar el próximo período, no lo creo. Si va a subir, no sé; eso depende de muchos factores, pero bajar, no lo creo", añadió Hurtado.
Repercusión en otros rubros
El director de Economía de la Universidad Gabriela Mistral, Erik Haindl, sostuvo que la cifra es preocupante porque "la construcción es gran generadora de empleos y tiene un efecto multiplicador muy grande".
"Cuando hay mucha construcción, hay muchas fábricas que se están moviendo, proveyendo de materiales desde ladrillos, vidrios, etcétera. O sea, en el fondo es una actividad que arrastra muy fuerte a la industria", agregó el académico.
Haindl concluyó señalando que si "la construcción pierde dinamismo, en el fondo eso rebota en el resto de las actividades productivas".
A su vez, para el consultor inmobiliario, Teodosio Cayo, la desaceleración ya se viene observando desde hace seis meses, aunque a su juicio esta tendencia es positiva, pues existían luces amarillas respecto a una eventual burbuja inmobiliaria en Chile.
"No nos extrañan estas cifras porque efectivamente en los últimos seis o siete meses se ha dado este comportamiento y es altamente probable que siga en la misma línea, lo que sí hay que tener cuidado es que esta desaceleración no permanezca por mucho tiempo", dijo Cayo.
El informe de la CChC detalló que las señales económicas que se deben monitorear son la volatilidad en los mercados extranjeros, un posible deterioro económico interno, la incertidumbre respecto a la materialización de proyectos de infraestructura y posibles retrasos en los programas de subsidio para construcción de viviendas públicas.
