La cartera apoya económicamente la realización de un show masivo en Santiago para celebrar los 50 años del grupo liderado por Eduardo Carrasco.
La facción radicada en Francia y que encabezan Rodolfo Parada y Patricio Wang acusó "privilegios y favoritismo" por sus ex compañeros.
Este episodio es uno más en la larga lista de desencuentros de la emblemática agrupación.
Parcialidad, invisivilización, favoritismos y potenciales "graves consecuencias" son algunos de los conceptos que este lunes y en una carta abierta a la Ministra de Cultura, Claudia Barattini, expresaron miembros de la facción de Quilapayún radicada en Francia desde los años setenta.
Los firmantes de la carta alegan no ser reconocidos por el Ministerio, que está apoyando la celebración de los 50 años de la clásica banda de la Nueva Canción Chilena con un concierto masivo en la Plaza de la Constitución de la facción del grupo liderada en Chile por Eduardo Carrasco, rivales de los que viven en Europa.
La agrupación ha mantenido un pleito desde 2003, cuando luego de haber abandonado al grupo en Francia y de vuelta en Chile tras el fin de su exilio, Eduardo Carrasco reunió a otros miembros históricos bajo el nombre Quilapayún, mientras la otra facción, la de Rodolfo Parada y Patricio Wang, sigue estando activa.
La carta es la siguiente:
Estimada Señora Ministra,
Nos hemos informado por la prensa del apoyo formal que el Consejo de la Cultura está brindando al colectivo de ex-miembros del Quilapayún reagrupados el año 2003 por Eduardo Carrasco, para que, a nombre del grupo, celebren los 50 años del conjunto el próximo 25 de abril. Según se transparenta, se destinan importantes recursos no sólo para el montaje del evento, sino también para hacer venir a numerosos ex-miembros desde distintas partes del mundo.
Que hablemos de ex-miembros no es antojadizo. Usted encontrará más abajo una lista de todos los que abandonaron el conjunto en el transcurso del tiempo. Podrá constatar que los ex-miembros, al momento de reagruparse el año 2003, acumulaban cada uno una gran cantidad de años fuera del grupo.
Le adjuntamos también un resumen de las múltiples declaraciones de Eduardo Carrasco, en las que reniega del conjunto sin ambages. Más aún, denigra la continuidad que nosotros le dábamos al grupo considerándolo como un "Terminator 6" o "Terminator 8".
Todas estas informaciones, de carácter público, nos hacen pensar que usted no puede ignorar que existen dos grupos en conflicto, que utilizan el nombre Quilapayún y que -lamentablemente para nosotros que nunca hemos dejado de cantar y de darle vida al conjunto- tienen legalmente el derecho a hacerlo.
Tampoco puede ignorar que, a pesar de las campañas de injurias desatadas por Eduardo Carrasco, nosotros hemos realizado giras por Chile que han tenido el correspondiente eco mediático los años 2006, 2007, 2010, 2011 y, la reciente, en octubre 2014, para presentar nuestra última producción original "Absolutamente Quilapayún", elogiada por la crítica de Chile, Argentina y España (6 críticas en adjunto). En fin, habrá tenido la oportunidad de informarse que nosotros celebraremos los 50 años de Quilapayún junto a nuestros hermanos de canto Inti- Illimani e Illapu, con 3 conciertos que tendrán lugar en el teatro Caupolicán en agosto de este año, seguidos por una serie de conciertos en provincias.
Desde el retorno de la democracia a nuestro país, nosotros nunca hemos beneficiado de un apoyo gubernamental chileno, ni siquiera desde la creación del CNCA. Siempre hemos auto-producido nuestras giras con gran esfuerzo y sacrificios personales, con el sólo objetivo de responder a nuestra condición de artistas chilenos que se deben a su país. Y desde la existencia de un grupo homónimo (año 2003) se nos ha argumentado -sin que hayamos podido verificarlo- la inconveniencia de entregarle ayuda a ninguno de los dos grupos para no comprometer la neutralidad de las Instituciones.
Señora Baratini, su actual apoyo público al colectivo de ex-integrantes rompe la neutralidad expresada hasta aquí por las Instituciones culturales. Se trata de una intervención ministerial directa en un conflicto de intereses entre privados, que favorece notoriamente a una de las partes. Esto puede tener graves consecuencias legales para nosotros, en la medida que este apoyo puede ser esgrimido ante la justicia como una validación Institucional.
Nosotros apreciamos que la autoridad cultural se plantee reconocer a quienes por su arte han entregado identidad y contribuido al patrimonio cultural de Chile. Y agradecemos que en esta ocasión se haya pensado en el Grupo Quilapayún en función de toda la obra realizada a lo largo de su historia y hasta el día de hoy.
No obstante, la parcialidad manifestada frente al conflicto entre los dos grupos, empaña lo que podría haber sido un gesto más que honorable y viene a inscribirse en un contexto de privilegios y favoritismo que nuestro país hoy día aborrece.
A pesar de todo, nos atrevemos a pensar que el Ministerio que Usted dirige, representando al Gobierno de nuestra Presidenta Michelle Bachelet, corregirá lo que puede ser un error de juicio. Esto enaltecerá su acción y la altura de miras con la que actúa respecto de una situación de gran desequilibrio que nos perjudica notoriamente.
Nos parece que se impone una reparación y que el Ministerio debería volver a su neutralidad, retirando todo apoyo a cualquiera de los dos grupos o, en su defecto, que un apoyo Institucional equivalente respalde la gira que realizaremos por Chile en septiembre de este año.
Le agradecemos desde ya la atención que prestará a esta nota y esperamos que nuestras observaciones tengan una buena acogida. Una actitud oficial ecuánime sería una garantía de lo que los chilenos esperamos del Ministerio, independientemente de vicisitudes administrativas y/o políticas.
La saludamos atentamente,
Rodolfo Parada Lillo, director artístico
Patricio Wang, director musical.
