Los chiítias pelearon contra fuerzas gubernamentales.
Los aviones militares continúan sus bombardeos contra supuestos refugios de insurgentes.
El Ejército yemení encontró 100 cadáveres de rebeldes chiítas que murieron en los últimos dos días en enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales en la provincia de Amran, en el norte del país, según informaron este domingo fuentes militares.
Las fuentes explicaron a EFE que los cuerpos han sido encontrados en la zona estratégica de Harf Sofian, que estaba controlada anteriormente por los rebeldes seguidores del clérigo chiítas Abdel Malek Al Hutí.
Las fuentes aseguraron que el Ejército ha recuperado el control total de la zona, que se encuentra en la carretera que une Saná con la provincia de Saada.
Por su parte, fuentes de los rebeldes negaron que las fuerzas gubernamentales yemeníes hayan controlado la zona, e insistieron en que los seguidores de Al Huti todavía se centran en varios puntos del lugar y en su corazón.
Según ambas fuentes, los aviones militares han continuado por decimotercer día consecutivo sus bombardeos contra supuestos refugios de rebeldes en distintos puntos de Saada.
Los insurgentes chiítas, conocidos también como hutíes, son el blanco de una fuerte ofensiva terrestre y aérea lanzada por el Gobierno yemení desde el pasado día 11 en la provincia de Saada, que ha forzado a miles de familias a huir de sus hogares y buscar refugio en campamentos temporales.
