En medio de las sospechas del oficialismo respecto a que la oposición impulsa una acusación constitucional en su contra debido a su homosexualidad, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, consideró que aquello "sería un retroceso civilizatorio".
Inicialmente, el libelo fue promovido por las diputadas Francesca Muñoz (independiente, exRN) y Sara Concha (Partido Social Cristiano), a propósito de la difusión de una "guía de sexualidad afectiva" que incluye orientaciones y actividades para niños de educación preescolar.
El documento, llamado "Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno", incluye dinámicas para niños de parvulario y estudiantes de primaria, pero se presentó en el año 2017, durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018) y fue actualizado por el Mineduc el 17 de mayo.
Además, el diputado Diego Schalper (RN) adelantó que incorporarán al texto acusatorio las denuncias de tocaciones íntimas reportadas la semana pasada en Talcahuano, a pesar de que se dieron en una actividad encabezada por personal de salud de esa comuna, y no de la cartera cuestionada.
Sobre quienes advierten una "persecución homofóbica", el secretario de Estado reflexionó este lunes que "no quisiera creer que existan otras motivaciones asociadas a la potencial acusación constitucional que se podría presentar esta semana. Sería ciertamente un retroceso civilizatorio que fueran considerados esos antecedentes".
A la vez, reiteró que respecto del funcionamiento del Mineduc "y de las distintas tareas que tiene asociado a sus distintos servicios, siempre he estado disponible a responder por la vía que corresponda y de acuerdo al mecanismo establecido democráticamente a cualquier interrogante que se nos plantee, y desde cualquier organismo o institución, no sólo desde el Congreso Nacional".
