El sociólogo rechazó la posibilidad de que queden fuera las universidades de Los Lagos, Arturo Prat y UTEM.
Apuntó a que el Gobierno no puso como tema central el cambio de sistema privado-estatal.
El Estado debe "asegurar en sus propias instituciones la gratuidad", dijo el sociólogo Manuel Antonio Garretón.
El sociólogo Manuel Antonio Garretón criticó con dureza la posibilidad de que tres universidades estatales puedan quedar fuera de la gratuidad en 2016 y aseguró que, en cualquier parte del mundo, este beneficio parte por este tipo de instituciones y no por las privadas.
Garretón, quien firmó un compromiso para priorizar la educación pública en este debate, dijo que estas universidades- de Los Lagos, Arturo Prat y UTEM- están quedando fuera "por la idea estúpida de alguien" de extender las condiciones para la gratuidad a todas las instituciones.
"Yo creo que simplemente hay olvidarse de esta propuesta, que es una de las cosas más insensatas que uno conoce", enfatizó.
El sociólogo argumentó que el Estado "es el responsable principal de la educación superior y de todo el sistema educacional", y como tal debe "asegurar en sus propias instituciones la gratuidad", así como la calidad de estas instituciones y de las privadas.
"En cualquier parte del mundo la gratuidad universal de la educación es la educación pública porque si no es así, cualquiera crea algo y le pide al Estado, sin ninguna condición, que se lo financie", afirmó el académico.
"El problema de fondo"
"Aquí hay dos cuestiones en juego: una es el tema de la gratuidad como derecho y el otro es el tema de un modelo o sistema de educación superior, que tiene que ser enteramente redistribuido", afirmó.
Esto porque, según el acádemico, "entre otras cosas, la mitad de los alumnos de educación superior no podrían ingresar a la gratuidad en la medida que sus instituciones son con fines de lucro, como pasa con todos los institutos profesionales y con todos los centros de formación técnica".
Para Garretón, el gran problema es "que el Gobierno no puso como tema central y primero la reforma de educación superior, para pasar de un sistema que era un 80 por ciento público en el año 1973 y hoy día es a 20, 25, por ciento público y el resto es privado y sometido a la ley de mercado. Ese es el problema de fondo"
"En torno a eso, la gratuidad tiene que ser una política que vaya en conjunto con el proceso de modificación y reforma del sistema de educación superior completo", sostuvo el politólogo.
El sociólogo destacó sí que, por primera vez, se esté realizando una reforma al sistema de educación superior para cambiar el que se heredó de la dictadura y que se profundizó bajo la lógica de algunos expertos de la Concertación.
