"No estamos dando un salto al vacío", recalcó el titular de Educación.
El ex director del FMI recalcó que "se necesita coraje, convicción".
El ministro Eyzaguirre expuso ante el Comité Central del Partido Socialista.
El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, afirmó que la reforma apunta al mundo desarrollado y que el Gobierno de la Presidenta Bachelet no está dando un "salto al vacío" con su proyecto.
"Lo que estamos proponiendo son las mejores prácticas que todo el mundo desarrollado entendió hace mucho tiempo", dijo Eyzaguirre al exponer ante el Comité Central del Partido Socialista, que celebra este sábado una reunión plenaria.
El también ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el hemisferio occidental subrayó además que con la reforma "no estamos dando un salto al vacío".
Con la reforma educacional, que busca financiar con un alza de impuestos que aumente en 8.200 millones de dólares la recaudación impositiva, el Gobierno espera avanzar en una enseñanza gratuita, sin lucro y más equitativa, recogiendo las demandas que desde el 2011 plantea el movimiento estudiantil.
El debate ha sido arduo y la reforma ha encontrado detractores hasta en algunos sectores de la coalición gobernante, que temen que los cambios afecten la libertad de los padres de elegir qué educación quieren para sus hijos.
"Se necesita coraje, convicción, que todos salgamos a la calle a convencer a las familias, a unirnos a los profesores y estudiantes en esta gran lucha y no hacer caso a las maniobras que hace la oposición para intentar dividirnos", subrayó hoy el ministro de Educación.
Segregación
Nicolás Eyzaguirre comparó el sistema educacional chileno con el de otros países del mundo, donde, según sostuvo, "las escuelas públicas son completamente integradas y hay capacidades pedagógicas para hacerse cargo de esa inclusión".
En ese contexto, cuestionó la existencia de escuelas especiales, como las de Lenguaje, por ejemplo, para los niños con capacidades diferentes. porque a su juicio, segregan a esos niños, los separan de su entorno natural.
"Eso hay que repensarlo, porque en la educación moderna los niños con necesidades educativas especiales tienen que estar en la misma sala que los otros niños. Obviamente apoyados por las profesoras de educación diferencial, para que esos niños tengan los apoyos correspondientes", dijo.
"Esto es más caro, pero hay que asumirlo. Porque, para que aprendan los unos de los otros, hay que cambiar este paradigma de la exclusión", concluyó.
