En la llamada "Misa por Chile", el cardenal reconoció que dichas faltas han mermado la "confiabilidad de la Iglesia".
Obispos, sacerdotes y diáconos se arrodillaron en un gesto de contrición.
A nombre de toda la Iglesia Católica chilena, el arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, pidió perdón el domingo por "el grave daño" que han causado a algunas personas los pecados de sus miembros, algunos de los cuales constituyen "verdaderos delitos".
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| "Nos duelen profundamente todos nuestros extravíos", dijo el cardenal. (Foto archivo: UPI) |
La ceremonia, celebrada en el Santuario de Maipú, contó con la asistencia del Presidente Sebastián Piñera y comenzó con el denominado "Momento del perdón", en el que los obispos, sacerdotes y diáconos se pusieron de rodillas para pedir perdón.
"El grave daño que causan estos pecados, que a veces son verdaderos delitos, nos llevó a la petición de perdón con que hemos iniciado esta eucaristía", explicó el Errázuriz durante su alocución.
"Nos duelen profundamente todos nuestros extravíos y toda la oposición que a lo largo de esta historia le hemos hecho a su plan de amor (de Dios), dañando vidas, convivencias y esperanzas, o tronchando existencias y fidelidades", subrayó el prelado.
Casos de impacto
El pasado mes de abril, la Iglesia chilena pidió perdón, por primera vez, por una veintena de casos de pederastia denunciados en nuestro país en los últimos años, y exhortó a las víctimas a denunciar a las autoridades eclesiásticas estos "gravísimos delitos".
El caso más emblemático en este sentido ha sido el protagonizado por el sacerdote Fernando Karadima, de 80 años, ex responsable de la parroquia El Bosque al que cuatro antiguos feligreses acusaron de abusos sexuales cometidos hace años.
El décimo Juzgado del Crimen de Santiago decretó el pasado martes el cierre de la investigación civil abierta contra el párroco, por estimar que las diligencias ya estaban agotadas.
