El caso es investigado desde febrero de 2003.
La corredora de bolsa utilizó información privilegiada filtrada desde el Banco Central.
La Corte Suprema confirmó el lunes la sentencia que obliga a la empresa distribuidora eléctrica Chilquinta a restituir fondos que el holding Inverlink le transfirió, $1.000.840.000, y que fueron sustraídos desde Corfo en el 2003.
El monto corresponde a parte de los fondos que fueron sustraídos a Corfo por el holding Inverlink y que este grupo empresarial –liderado por Eduardo Monasterio- utilizó para cubrir sus obligaciones con distintos inversionistas, entre los que se encontraba Chilquinta.
El caso
En febrero de 2003 se descubrió que la secretaria del entonces Presidente del Banco Central filtraba información privilegiada desde el instituto emisor a Enzo Bertinelli, alto ejecutivo de Inverlink.
La corredora de bolsa utilizaba a su vez los datos obtenidos para realizar transacciones en el mercado que generaban altos dividendos a los inversionistas que confiaban en sus gestiones, pero que al conocer el escándalo exigieron la devolución de los montos invertidos.
En ese escenario, Inverlink sustrajo desde Corfo depósitos a plazo y pagarés que liquidó en el mercado para "hacer caja" y cubrir los montos requeridos por sus inversionistas, lo que generó una serie de acciones legales.
Otros fallos favorables a Corfo
"Esta causa es una de las 26 demandas interpuestas por Corfo bajo la figura de 'provecho del dolo ajeno', en las que exigimos restituir los fondos que fueron sustraídos al Estado", explica Marco Riveros, fiscal de Corfo.
Durante septiembre, la Suprema ordenó medidas similares contra la empresa San Antonio Terminal, por más de 400 millones de pesos, y la Sociedad Inversiones Torres del Paine, por más de 2 mil millones de pesos.
