Durante tres días se concentró el pleno del máximo tribunal en el sur del país.
Reconocieron una saturación de trabajo, pero negaron la existencia de la "puerta giratoria".
Un profundo análisis del actual momento que vive el Poder Judicial, en medio de la reforma al Sistema Procesal Penal planteada por el Ejecutivo, realizó el pleno de la Corte Suprema en una jornada reflexiva de tres días realizada en Valdivia.
La cita fue encabezada por el presidente del máximo tribunal, Rubén Ballesteros, quien aseguró que los cambios propuestos por el Gobierno deben ser sometidos a "análisis concienzudos, profundos" para no pasar a llevar los principios fundamentales de la Justicia chilena, como lo son el "debido proceso y la presunción de inocencia".
Según Ballesteros, el Sistema Procesal Chileno es muy moderno para nuestra cultura y falta que la gente entienda y acepte su operación, si bien los magistrados admiten que el Ministerio público vive una saturación de trabajo, y por eso existe preocupación.
"Nosotros estamos atentos a ese tema, porque si al Ministerio Público le aumentan el número de fiscales, nosotros vamos a pedir el aumento de jueces, porque en la medida que tenga un mayor volumen de imputaciones y acusaciones de parte del Ministerio Público, nosotros vamos a ver colapsados nuestros tribunales de Garantía y Locales", explicó.
La puerta giratoria es "inexistente"
En efecto, en la reunión hubo especial atención a los cuestionamientos que recaen sobre los Tribunales de Garantía y la denominada "puerta giratoria", la cual a juicio del vocero de la Corte, Hugo Dolmestch, es "inexistente" y responde a una denominación de carácter "político".
"Es una consigna de carácter político que no nació acá en Chile, viene de los Estados Unidos. Puerta giratoria que en el fondo es inexistente, si lo que pasa es que el Sistema Procesal Penal nuestro que está consagrado y que está funcionando, es un sistema garantista, en el sentido de que le permite a toda la gente el que no sea requisito indispensable la cárcel", detalló.
Los magistrados reconocieron que la ciudadanía percibe que los delincuentes están más protegidos que las mismas víctimas, por lo que aseguraron estar trabajando para disminuir esa sensación de inseguridad.
