Francisco Labbé insistió en que todo lo que hizo en el censo fue informado al Ejecutivo.
Ministro (s) de Economía dijo que se siguieron procedimientos no recomendados.
Luego de trabajar juntos, Flores y Labbé se ven enfrentados.
Un nuevo frente de conflicto se abrió entorno al fallido proceso del Censo 2012: el Gobierno arremetió este viernes contra el ex director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Francisco Labbé tras conocerse el informe de los expertos internacionales.
La comisión entregó este jueves la recomendación de no desechar los datos conseguidos en 2012 y no hacer un censo abreviado como había aconsejado previamente un comité de expertos nacionales.
Tras ello el ex director del INE reiteró que el proceso fue un éxito y descartó cualquier irregularidad: "Quiero enfatizar que nunca hubo manipulación, falsificación ni alteración de las bases de datos, que desde el primer día fueron codificadas de manera desglosada: habitantes de viviendas efectivamente censadas, de viviendas con moradores ausentes y viviendas no logradas".
"En todo momento mantuve informadas a mis autoridades sobre las metodologías de contabilización aplicadas", agregó Labbé.
El ministro de Economía subrogante, Tomás Flores, respondió que "si vieron el comunicado de los expertos, ellos no están de acuerdo con un procedimiento que el ex director Labbé implementó: estimar población a partir de viviendas no logradas, donde no había medición en el precenso y por tanto los encuestadores no llegaron a esas viviendas".
"Esa información fue incluida en el reporte que hizo el ex director Labbé, esa cantidad de censados, y los expertos internacionales recomiendan no hacer eso", agregó.
Flores también afirmó que "ese capítulo aún no se ha cerrado. Hay dos investigaciones que está haciendo la Contraloría y se mantienen abiertos" e insistió en que no es viable efectuar un nuevo censo en 2016 como anunció la candidata de Nueva Mayoría, Michelle Bachelet.
