"Todos me apoyan, porque igual no es culpa mía, fue un accidente", dijo Carlos Rivas.
Mientras que la empresa RVC comprometió ayuda al trabajador.
Carlos Rivas, el único imputado por el incendio que dejó más de mil damnificados en Valparaíso, regresó este lunes a su trabajo, pero sin la custodia policial prometida, mientras espera la resolución judicial que puede tardar un año.
El soldador de la empresa constructora RVC insistió en que las responsabilidades por el siniestro no son solo de él ni de sus patrones.
"Todos me apoyan, porque igual no es culpa mía, fue un accidente. Hartas personas que tienen culpa aquí igual, no solamente la empresa", declaró.
Indicó que "no tenían aguas los grifos, la municipalidad no cortó los árboles, aquí hay hartos factores que tienen la culpa, no solamente yo ni la empresa".
Mientras que desde RVC, el gerente general de operaciones, Iván Valencia, remarcó el apoyo a Rivas durante el tiempo de la investigación.
Evitó referirse a las condiciones con las que trabajan sus empleados porque "eso es parte de la investigación, es la justicia la que tiene que decidir qué fue lo que sucedió. Es un trabajador y, por lo tanto, no lo podemos dejar solo en este incidente que ocurrió. Va a venir a trabajar y se le va a entregar todo el apoyo posible a él y su familia".
