El senador Alejandro Navarro, líder del Movimiento Amplio Social (MAS), lanzó duras críticas contra la Nueva Mayoría tras ser removido, este miércoles, de la vicepresidencia de la Cámara Alta, en una acción impulsada por sus pares oficialistas.
"La verdad es que cuando se gana con la derecha, la derecha es la que gana. Así lo decía Radomiro Tomic", afirmó Navarro en sus primeras palabras ante la prensa tras la sesión en la que, con 30 votos a favor y dos en contra (el suyo incluido), fue sacado de la mesa del Senado.
"Son momentos ingratos. No es grata una censura y no es grato el hecho de que la Nueva Mayoría se una con la derecha (...) Yo lamento profundamente que la Nueva se haya aliado con la derecha para sacarme de la mesa del Senado", afirmó el parlamentario, denunciando que al senador de la UDI Víctor Pérez "se le pidió en tres oportunidades", desde la Nueva Mayoría, "que la derecha presentara la censura".
"Creo que es un tema de confianzas entre nosotros. Yo no supe quién fue el senador que fue a hablar con Víctor Pérez para decirle: 'Presenten ustedes la censura y nosotros la vamos a apoyar para sacar a Navarro'", pero en medio de esta polémica ha faltado discutir "el tema de fondo: de la transparencia", argumentó.
Navarro estaba enfrentado pública y privadamente con los senadores del oficialismo a raíz del emplazamiento que hizo hace un mes para que los distintos parlamentarios "transparentaran" si habían recibido dinero de empresas pesqueras en sus campañas por la vía legal de los aportes reservados.
"Lo más paradojal de lo que ha ocurrido hoy día en la Sala es que el senador que tiene cero aportes reservados, que es Carlos Bianchi, está desaforado, y el que tiene menos aportes, que es Navarro, está censurado. Y hay senadores que están en graves líos y procesos y han votado en mi contra", alegó.
"Bullying político"
Aunque calificó este momento como "muy duro" -recordó que "desde el año 1966 no se censuraba a un vicepresidente o un presidente" en el Senado- Navarro aclaró que el MAS seguirá siendo parte de la Nueva Mayoría: "Estamos en el Gobierno, somos parte del comité político y vamos a seguir apoyando el programa de reformas y, por cierto, a la Presidenta Bachelet".
Sin perjuicio de esto, fue explícito en denunciar la poca relevancia e incluso el mal trato que el bloque oficialista le ha dado a su colectividad.
"Yo creo que aquí hubo bullying político. Si el MAS tuviera dos senadores y cinco diputados, esto no hubiera ocurrido (...) Era pegarle al más chico: hay un solo senador del MAS. La política es fuerza, y cuando tú tienes poca fuerza, te pegan duro y no puedes responder... Siento que aquí me pegaron duro", afirmó.
El legislador por el Biobío abandona desde este miércoles la testera del Senado. (Foto: UNO)
Tras negar que se estuviera "victimizando" públicamente, agregó: "Ha habido reuniones a las que no hemos sido convocados, no he tenido la posibilidad de ir a tomar té al living del ministro del Interior".
En resumen, "nos tratan como iguales, pero parece que hay algunos más iguales que otros", afirmó, señalando como muestra de lo mismo la carta de "ultimátum" que el 17 de junio le entregaron las bancadas de la Nueva Mayoría, en la que le advirtieron: "O te retractas o renuncias", según señaló.
"Cumplir, no flexibilizar ni priorizar"
"El ultimátum uno se lo hace a un adversario o a un enemigo", no a un aliado, argumentó, afirmando que "uno no se puede retractar de lo que no ha dicho".
"De verdad, sinceramente, yo creo que no tenía de qué retractarme. Otra cosa era pedir disculpas. Si me hubieran dicho: 'Navarro, pide disculpas' (lo habría hecho), pero no fue eso: seamos francos. 'O te retractas o renuncias' (fue el mensaje); no hubo ninguna posibilidad de debatir", acusó, insistiendo en su "convicción de que hubo donaciones transversales de las pesqueras", por lo que su emplazamiento "por cierto lo volvería hacer".
"Hay muy pocas posibilidades de discutir al interior de la Nueva Mayoría. Yo espero que ahora se abran mucho más, con los nuevos ministros (...) Esta Nueva Mayoría tiene mucho de la vieja Concertación, y a veces impera más la vieja Concertación, derrotada y fracasada. Hay algunos que todavía están más pegados a esa Concertación. Eso es lo que yo pienso. Yo escucho a (Ignacio) Walker y eso es lo que pienso", afirmó, rechazando el denominado "nuevo trato" que estaría impulsando el Gobierno hacia los sectores empresariales.
"Yo no sé de qué se trata el nuevo trato. Yo sólo sé que el verbo que queremos conjugar en el MAS es el verbo cumplir: cumplir con las reformas que prometimos y comprometimos con la ciudadanía; no hablamos de flexibilización, no hablamos de priorización; dijimos que íbamos a cumplir las reformas. Ése es un debate que habrá que dar", sentenció, poniendo en dura si apoyará el nombre que proponga la Nueva Mayoría para reemplazarlo.
"Cuando hay pérdida de confianza, es de ambos lados. Alejandro Guillier sería un buen nombre, podría estar dispuesto a votar por él. Vamos a ver a quién deciden...", sentenció.
