El ministro del Interior salió al paso de la crítica que realizó la diputada comunista por el impasse tras el viaje a La Araucanía.
La parlamentaria aseguró que ella, si fuera la Mandataria, lo habría despedido tras la polémica.
La polémica continúa ahora con las declaraciones cruzadas entre el ministro y la diputada.
No tardó en llegar la respuesta del ministro del Interior, Jorge Burgos, a la diputada comunista Camila Vallejo quien el sábado reprochó el actuar del secretario de Estado tras el impasse que protagonizó a raíz del viaje de la Presidenta Michelle Bachelet a La Araucanía y que lo mantuvo al borde de la renuncia.
La parlamentaria consideró que la polémica "fue un exceso" y que si bien correspondía "presentar molestias" por no informarle a Burgos del viaje a la zona, no fue correcto "hacer un escándalo público como el que se hizo".
Vallejo, en conversación con El Mercurio, remarcó: "Si hubiera estado en el lugar de la Presidenta, sí habría aceptado la renuncia del ministro Burgos. O, rechazada la renuncia, después yo misma lo habría despedido".
Sus declaraciones no pasaron inadvertidas en el secretario de Estado quien hoy, a través del mismo diario, respondió: "Para fortuna del país, de la democracia, las posibilidades de que la diputada esté en condición de ser Presidenta del país son casi igual a cero".
El martes 29 de diciembre la Presidenta Michelle Bachelet realizó un sorpresivo viaje a La Araucanía, zona que reclamaba la visita de la Mandataria desde que asumió su segundo Gobierno.
Pero su viaje no sólo sorprendió a los medios y a la zona, sino que también a su ministro del Interior quien reconoció sentir molestia por no haber sido informado luego de que desde que asumió la cartera ha viajado en diversas oportunidades a la región para trabajar en reforzar la seguridad.
La situación molestó también a la Democracia Cristiana que incluso puso en duda su continuidad en el gabinete político.
Así, al día siguiente del polémico viaje, Jorge Burgos presentó su renuncia a la Presidenta Bachelet quien la rechazó y, según contó el ministro, reconoció que había sido un error la forma en que se había gestionado la visita a La Araucanía, dando así por superada la polémica con el Gobierno que cerró su año más complejo.
