El senador acusó en Cooperativa el nuevo foco de conflicto que implica el aprobado proyecto hidroeléctrico Río Cuervo.
Afirmó que la intendenta Pilar Cuevas está deslegitimada y "casi no puede salir a la calle".
El senador de Renovación Nacional Antonio Horvath dijo este miércoles a Cooperativa que el Gobierno y el Ministerio de Interior deben hacerse responsables por la violencia represiva registrada durante las protestas en la Región de Aysén, a pocos días de que la Cámara de Diputados rechazara la acusación constitucional contra el ministro Rodrigo Hinzpeter presentada por esta causa.
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| Horvath dijo que en el Gobierno "se enquistó la política de resolver los conflictos sociales con Fuerzas Especiales". (Foto: UPI) |
El parlamentario afirmó que el cuestionado proyecto hidroeléctrico Río Cuervo, aprobado ayer por unanimidad, es un nuevo foco de conflicto en la zona, donde luego de las protestas sociales la intendenta Pilar Cuevas "está en la peor de las posiciones, porque no tiene ninguna posibilidad, casi, de salir a la calle".
"La mesa social por Aysén, que es transversal políticamente, no la recibe, y yo creo que es un tema de tiempo nomás, y decisión de la autoridad, que la cambien", señaló.
Pero más allá del cambio de Cuevas, "lo que nosotros estamos planteando es que se haga una investigación a fondo de la política equivocada de resolver los conflictos sociales con Fuerzas Especiales, y eso no es una carga que uno diga 'es tal ministro o es el Presidente de la República'; yo creo que es algo que se enquistó en el Ministerio del Interior, en lo cual puede haber subsecretarios, asesores; seguramente hay alguien más", declaró.
"A esa gente hay que, de alguna manera, hacerla responsable", ya "pudo correr la sangre del río en Aysén y también prevenir que no se manejen con los mismos errores conflictos en otras regiones de Chile", sentenció.
Ilegalidades de Río CuervoHorvath dijo a Cooperativa que "la mayoría de la 24 organizaciones que configuran el movimiento social por Aysén se han sentido golpeadas por la evaluación prematura, sin todos los antecedentes, de la central de Río Cuervo, que está sobre una de las fallas más activas que tiene Chile, entre el Istmo de Ofqui y Liquiñe, y está rodeada de volcanes activos, entonces se está jugando con la vida de las personas, las comunidades de Puerto Aysén y Puerto Chacabuco".
Este proyecto, "Energía Austral", es impulsado por una empresa minera extranjera que junto con las tres centrales (Cuervo, Blanco y Cóndor), pretende tener 1.350 megawatts y llevarlos por un cable paralelo al de HidroAysén, o sea, es transformar esto en una guitarra eléctrica", criticó Horvath, para quien "llama la atención que se haya votado unánimemente por parte de las autoridades regionales" en forma favorable.
Según acusó, pese a que está la aprobación, todavía "se están exigiendo estudios antes de que esto se pueda construir. La idea de la ley y la institucionalidad ambiental es exigir en forma previa los estudios sobre impactos sociales e impacto de riesgo. Aquí se hizo al revés, y eso es francamente entrar en la ilegalidad".
"En Chile la energía la controlan las grandes empresas"
El parlamentario oficialista señaló que este nuevo episodio pone de manifiesto un problema de fondo, y es que "la energía en Chile está manejada no por el Estado -que no tiene ninguna injerencia- (sino que) la manejan las grandes empresas eléctricas; ellas se dan su política, fijan sus precios, generan los paneles de expertos, están en los centros de despacho y carga, y eso lo tenemos que romper", dijo.
Para "romper este oligopolio" el Gobierno tiene que "cumplir los compromisos de campaña" y al mismo tiempo "los parlamentarios de la Cámara de Diputados apurar la tramitación de la 'Ley 20/20", que dispone que "al año 2020 el 20 por ciento de la matriz eléctrica en Chile sea de energías renovables no convencionales".
"Con eso resolvemos de raíz y positivamente el tema para todas las regiones de Chile", concluyó Horvath.
