El canciller Walker indicó que entiende muy bien "los imperativos de la propuesta boliviana", pero que no coinciden "con su visión ni con su interpretación".
El canciller de Bolivia Juan Ignacio Siles volvió a presentar este martes en la Organización de Estados Americanos (OEA) sus diferencias sobre el "enclaustramiento" boliviano, y el continente, de nuevo, volvió a recomendar el diálogo.
Una vez más, Siles expresó las dificultares que el no tener una salida al Pacífico ocasiona a Bolivia y aseguró que, a pesar de las divergencias que separan hoy a los bolivianos, están "todos unidos cuando se trata de la reivindicación marítima".
El ministro, en su planteamiento, propuso a Chile la administración conjunta del puerto chileno de Arica y del aeropuerto de Chacayuta (10 kilómetros al norte de la ciudad), que debería quedar como parte del territorio boliviano.
"Hay muchas experiencias internacionales que podrían perfectamente servir de modelo de lo que estamos proponiendo. La carga destinada a Bolivia pasaría sin ningún trámite al territorio boliviano y la destinada a Chile quedaría en el puerto de Arica", dijo Siles.
Nuestro país, con esta solución, ganaría "el entendimiento con Bolivia" y la "integración entre dos países que son económicamente complementarios", agregó.
Entre los beneficios citó "la exportación de gas natural de Bolivia a Chile una vez que se asegure la recuperación de nuestra cualidad marítima", y "la solución de otros temas fronterizos pendientes, así como la amistad permanente entre nuestros pueblos".
En su planteamiento, Bolivia incluyó también a Perú ya que, según explicó, "el Tratado de 1929 entre Chile y Perú exige un acuerdo previo entre los dos países a la hora de entregar parte del territorio sujeto a ese tratado, que fue peruano antes de la guerra del Pacífico, a una tercera potencia que, en verdad no puede ser otra que Bolivia".
El canciller chileno, por su parte, destacó que para nuestro país las relaciones con Bolivia "tienen una especial importancia y una trascendente proyección".
Aseguró que entienden muy bien "los imperativos de la propuesta boliviana", pero que no coinciden "con su visión ni con su interpretación".
"La construcción de una relación constructiva y de futuro con Bolivia ha constituido uno de nuestros objetivos prioritarios en política exterior" porque, dijo, "en términos de futuro, nuestros destinos están indisolublemente unidos".
Recordó todas las 16 oportunidades en las que se reunió Chile con los presidentes bolivianos en los últimos cuatro años y en esas reuniones se ha buscado avanzar en la relación bilateral e hizo una exhaustiva relación de lo tratado.
Agregó que esa "voluntad de diálogo no ha variado. Se mantiene inalterable".
Dijo que existen "progresos importantes" en estas conversaciones y que se espera que se pueda seguir trabajando sin condicionamientos, "para construir una integración que dé respuesta a nuestros pueblos en un mundo globalizado". (EFE)
