Ciper: Barros Luco intentó probar en paciente analfabeta medicamento experimental

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Autor: Cooperativa.cl

La afectada, Rosa Lizana, firmó un documento de 14 páginas pese a no saber leer ni escribir.

Recinto asistencial prepara comunicado para los próximos días.

Ciper: Barros Luco intentó probar en paciente analfabeta medicamento experimental

El centro asistencial emitirá un comunicado por este tema.

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Una paciente analfabeta del Hospital Barros Luco fue incitada a firmar un consentimiento para someterse a la experimentación de un fármaco del laboratorio Merck.

La denuncia fue efectuada en un reportaje publicado este miércoles por el Centro de Investigación Periodística (Ciper), de acuerdo con el cual Rosa Lizana (74 años) firmó un documento que la convertía en sujeto de pruebas para fármacos experimentales que Merck prueba en nueve hospitales chilenos.

Según el reportaje, la mujer fue incitada a firmar dicho consentimiento de 14 páginas el 9 de julio pasado.

"Rosa Lizana, de 74 años, contrajo una infección intrahospitalaria causada por la bacteria clostridium difficile, un microorganismo que puede producir infecciones intestinales provocando diarrea severa, colitis seudo membranosa, megacolon tóxico, perforación del colon y, en los casos más severos, la muerte", reza el texto.

"Cora Gajardo (consuegra de Lizana) vio que su consuegra tenía una vía intravenosa puesta en el brazo, algo que no había visto en ninguna de sus visitas previas. 'Me van a dar un nuevo remedio', le dijo Rosa. Cora le preguntó de qué se trataba, pero Rosa le respondió que no sabía muy bien, que durante esa misma mañana había llegado una doctora y le había hecho firmar un papel, y que sólo le dijo que le cambiarían el tratamiento", agrega el reportaje.

La consuegra le leyó lo que había firmado. "A medida que Cora leía, el rostro de Rosa iba cambiando. Estaba aterrada. Entonces Cora se detuvo, pero siguió hojeando en silencio las 14 páginas del documento. Vio que se trataba de fármacos que aún no han sido aprobados para su venta. También supo que, en todo el mundo, serían unas 1.600 personas las que participarían en el estudio y que, si Rosa aceptaba, se arriesgaba a sufrir una serie de posibles efectos secundarios producto de las drogas experimentales, sin siquiera tener garantías de que curaría su enfermedad", detalla Ciper.

"Al final de todo, en la última hoja, Cora vio lo que le pareció más grave: la firma de Rosa Lizana. ¿Por qué lo más grave? Porque Rosa no sabe leer ni escribir, salvo su nombre", sentencia la nota periodística.

El suministro de la droga no se concretó y el hijo de la mujer, Mauricio Vargas, afirmó que su madre no tenía idea de lo que había firmado. En el hospital Barros Luco afirmaron que no se efectuaría la prueba mientras no hubiera autorización de un tutor de Lizana y la firma del director, Luis Leiva.

El hospital dijo a Cooperativa.cl que en los próximos días emitirán un comunicado para referirse al tema, que se encuentra en investigación.

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