La actividad se realizó en 2.500 establecimientos de la Región Metropolitana.
Todos los recintos actuaron en base a su Plan Integral de Seguridad Escolar.
La ministra Carolina Schmidt encabezó la actividad en la Escuela Carlos Condell de la Haza de la comuna de Estación Central.
Más de un millón y medio de alumnos de 2.500 establecimientos educacionales participaron este martes del segundo gran simulacro de terremoto en la Región Metropolitana.
La ministra de Educación, Carolina Schmidt, explicó que "es una medida tremendamente importante para asegurar que los distintos establecimientos de nuestro país cuentan con planes de emergencia que permitan dar seguridad a todos los alumnos del establecimiento, a los profesores y asistentes de la educación".
"Participaron más de un millón y medio de estudiantes de 2.500 establecimientos educacionales entre jardines infantiles, escuelas, liceos e instituciones de educación superior como centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades", detalló.
La ministra además destacó la importancia de realizar este tipo de ejercicios en los establecimientos educacionales.
"Al haber un simulacro masivo, se entiende que ante una emergencia nacional como un terremoto, las unidades de apoyo no van a llegar a todos los establecimientos educacionales en forma inmediata, por eso es muy importante que cada establecimiento dentro de su sistema interno, pero controlado por el Estado de manera masiva, como con este simulacro, permita tener seguridad que los alumnos y profesores saben como reaccionar ante una emergencia", dijo la titular de Educación.
Schmidt encabezó la actividad en la Escuela Carlos Condell de la Haza de la comuna de Estación Central junto al intendente de la Región Metropolitana, Juan Antonio Peribonio, y al director nacional de la Oficina Nacional de Emergencia, Ricardo Toro.
Los alumnos debieron realizar un simulacro de terremoto en la escuela, en el que los estudiantes, profesores y funcionarios debieron seguir el protocolo de actuación predeterminado en su establecimiento y desplazarse hacia la zona de seguridad definida en su Plan Integral de Seguridad Escolar.
"Las lecciones quedaron muy claras, tenemos que hacer este ejercicio e incorporarlo en la vida diaria de cada colegio. Si bien no podemos evitar un terremoto sí podemos evitar o aminorar los efectos negativos que éste produce", añadió Peribonio.
En tanto, el director de Onemi explicó la razón por la cual se adopta la medida que los escolares no se muevan de sus salas.
"La ventaja es que si un colegio tiene la calidad de sismo resistente lo principal es permanecer en la sala en forma ordenada y protegiéndose de cualquier elemento que pueda caer o ventanales o alguna lámpara, pero lo ideal es esperar que el terremoto pase para posteriormente evacuar a través de las vías previamente establecida hacia una zona de seguridad", indicó Ricardo Toro.
