"Como Gobierno estamos estudiando de forma coordinada en conjunto con la empresa", dijo la ministra Paola Tapia.
Según estimaciones del Metro, en promedio, un adulto mayor viaja 16 veces al mes.
Los jubilados exigen que los viajes vuelvan a ser ilimitados, tal como ocurre actualmente con los estudiantes.
Ante la polémica de la Tarjeta Adulto Mayor de Metro de Santiago por la restricción a los beneficiados para realizar 14 viajes semanales, considerado insuficiente por muchos de ellos, el Gobierno y la empresa abrieron la posibilidad a discutir la flexibilización de esta medida.
De manera transversal, los diputados de ambas coaliciones entablaron conversaciones con las autoridades del tren subterráneo y dejaron cartas en La Moneda pidiendo flexibilidad en la cantidad de viajes permitidos en la nueva tarjeta.
La ministra de Transportes, Paola Tapia, sostuvo que "formalmente todo los que tiene que ver con el subsidio tiene que ser conversado transversalmente, además, con los demás ministerios involucrados, entre ellos obviamente reflejar cuáles son las diferencias económicas que pueden existir".
"Por lo tanto, nosotros como Gobierno estamos estudiando de forma coordinada en conjunto con la empresa Metro", confirmó.
Por su parte, el gerente general de Metro, Rubén Alvarado, dijo que "no hemos hecho ninguna acción de ahorro, solamente hemos puesto en operación el cambio tecnológico y hemos puesto la información en ese cambio tecnológico de los beneficios vigentes".
Según estimaciones del Metro, en promedio, un adulto mayor viaja 16 veces al mes y no las más de 60 como argumentan las agrupaciones.
Jubilados: "En vez de aumentar beneficios, vamos para atrás"
Los jubilados exigen que los viajes vuelvan a ser ilimitados, tal como ocurre actualmente con los estudiantes, y no descartaron iniciar movilizaciones.
Gladys Fernández, del Movimiento de los Bastones, declaró que "no puede ser que a esta altura de la vida nosotros, en vez de aumentar los beneficios, vamos para atrás".
"Nosotros somos activos, estamos plenamente vigentes, pero hay una diferencia con el estudiante. El estudiante tiene una rebaja del pasaje, la cual nosotros soñamos con tenerla, pero la diferencia es que nosotros pagamos impuestos. El estudiante no trabaja, no paga impuestos", expresó.
Según el Metro, el decreto dictado en 1995 queda tal como está y la diferencia recae en la nula fiscalización en la cantidad de boletos Edmonson que son hasta ahora vendidos.
