Senador dijo que quien aspire a ser Presidente "no puede estar" en esa lista.
El empresario lo acusó de "irresponsable" y faltar a la verdad.
Enríquez-Ominami pidió "jugar a la verdad" y revelar financiamiento de sus programas.
Arrate apostó por cumplir con un proyecto de país igualitario.
La aparición de Sebastián Piñera en un informe de Transparencia Internacional por el uso de información privilegiada en la venta de acciones de LAN fue el tema que marcó el primer debate entre los cuatro candidatos presidenciales.
El primero en abrir los fuegos fue Eduardo Frei, quien apuntó a dicho informe en medio de una pregunta sobre la corrupción, asegurando que una persona que aspira a ser Presidente "no puede estar en los informes de Transparencia Internacional".
El abanderado de la Alianza no tardó en responder, acusando a Frei de "irresponsable y de faltar a la verdad" en sus acusaciones de usar información privilegiada, porque "nunca nadie me lo ha imputado", y que sus inversiones siempre han sido transparentes y que las del senador "sólo las conoce usted y su hermano Francisco".
A esto, el presidenciable de la Concertación replicó que "yo me quedo con el informe de Tribunal Internacional" y con la multa que pagó el presidenciable.
Por su parte, el candidato independiente Marco Enríquez-Ominami emplazó varias veces a Piñera y Frei a "jugar con la verdad" y transparentar de una vez el financiamiento de los programas que han prometido.
Ante esto, Piñera replicó que todos sus gastos están en la página web de su candidatura, y que ha gastado "el doble" que el presidenciable independiente.
El candidato de izquierda, en tanto, centró sus planteamientos en que su candidatura es la que marca la diferencia, porque "hay un candidato marcado por el mercado, y Eduardo y Marco tienen demasiado respeto por el mercado y sus poderes",
Arrate hizo un llamado a construir un Chile "con democracia plena, más libertad y justicia social", con una patria para todos, como la prometida en 1988.
Ante la pregunta de con qué nuevas medidas combatirán el crimen organizado y el narcotráfico, Enríquez-Ominami señaló que "no basta la mano dura", sino que se necesita no sólo represión sino rehabilitación, mientras que Arrate apuntó a la desigualdad como la causa de estos problemas, a la que prometió "ponerle candado".
Por su parte, Piñera insistió en que lo importante era estar "siempre del lado de las víctimas y aplicar mano muy firme" y terminar con la "puerta giratoria" con más carabineros en las calles y rehabilitación; Frei, en tanto, abogó por la reinserción, poniendo casas de acogida. "Vamos a ser duros, pero siempre cuidando a nuestros niños".
La ayuda a las pymes fue el centro de las propuestas económicas: Piñera prometió la creación de un Sernac financiero "para que los bancos los traten con justicia y no ocurran tantos abusos", apelando al respeto pro los trabajadores en medio de los abucheos de los presentes.
Eduardo Frei aseguró que habrá "más Estado y menos mercado", con mejores subsidios para las pymes; Enríquez-Ominami, por su parte, dijo que realizará una reforma tributaria para impulsar su labor.
El único candidato que presentó diferencias fue Jorge Arrate, quien propuso reservar el acceso a ciertos mercados para las pymes, una medida que, según dijo, molestará a los empresarios.
El tema salud también cruzó el debate, cuando el candidato independiente hizo un llamado a que los hospitales públicos no sean para "operadores políticos", mientras que Jorge Arrate insistió en suprimir el siete por ciento a las pensiones y regular y fiscalizar a los medicamentos.
Eduardo Frei y Sebastián Piñera, en tanto, insistieron en el fortalecimiento de la salud preventiva y en los consultorios y hospitales, tomando medidas para capacitar a los especialistas, como propuso el senador DC.
Consultados sobre sus políticas de vivienda, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami apuntó sus dardos a Eduardo Frei por la construcción de la Villa El Volcán, cuyas casas "no dan el ancho", por lo que prometió ampliaciones y subsidios para los pobres.
Para Sebastián Piñera, lo fundamental es que las familias requieren barrios completos más que casas aisladas, al tiempo que Eduardo Frei prometió seguir con el ritmo de construcción y mejoramiento de las viviendas al ritmo del gobierno de Michelle Bachelet.
Jorge Arrate, opor su parte, acusó discriminación al interior de la ciudad con "barrios para ricos y barrios para pobres", apuntando también a la necesidad de resolver el problema de los deudores habitacionales.
