Tadeusz Kondrusiewicz desea que el próximo Sumo Pontífice impulse un diálogo con la Iglesia Ortodoxa Rusa para superar las discrepancias, que impidieron a Juan Pablo II pisar suelo ruso.
El arzobispo católico de Moscú, Tadeusz Kondrusiewicz, se mostró convencido de que el difunto Papa Juan Pablo II será canonizado y de que su sucesor impulsará el diálogo con la Iglesia Ortodoxa Rusa para superar las discrepancias existentes.
"Creo que el proceso de beatificación, previo a la canonización, se abrirá en un futuro muy próximo", dijo Kondrusiewicz, que hace un mes había visitado al Papa en el Policlínico Gemelli de Roma para transmitirle el apoyo de los católicos de Rusia.
El arzobispo -de origen polaco, al igual que el difunto Papa-, alabó a Karol Wojtyla "por su inusitada atención hacia la Iglesia Católica en Rusia y hacia Rusia en general, incluida la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR)".
Recordó que durante su pontificado no sólo fueron reinstauradas las relaciones diplomáticas entre Moscú y el Vaticano, sino que "fueron restablecidas las estructuras de la Iglesia Católica en Rusia".
"Digo restablecidas porque dejaron de existir en 1917", subrayó en alusión a la revolución bolchevique en la Rusia zarista y la persecución de los católicos y, en general, de los creyentes bajo el estalinismo.
Agregó que el "Papa polaco", que falleció el pasado sábado a los 84 años de edad, "se tomaba muy a pecho las complicaciones con la Iglesia Ortodoxa Rusa y pretendía relanzar las relaciones", pero "no se lograron aprovechar todas las posibilidades de su pontificado".
En parte, atribuyó a la propia Iglesia Rusa la falta de avances en las relaciones entre el Vaticano y el Patriarcado de Moscú, al señalar que "para el diálogo se necesitan dos interlocutores".
Por ello, abogó con fuerza por el diálogo y se mostró convencido de que el sucesor de Juan Pablo II impulsará sin falta las relaciones con el Patriarcado ruso.
"Debemos desarrollar el diálogo. Los desafíos de nuestros tiempos nos obligan a hacerlo, y siento que todas las partes quieren ese diálogo", manifestó.
El Papa nunca piso suelo ruso
La prensa rusa recordó estos días que el "Papa viajero" peregrinó por los cinco continentes y visitó varios países ex soviéticos, pero no pudo pisar Rusia por la férrea oposición del patriarcado, pese a que contaba con invitaciones de los tres últimos jefes del Kremlin.
Las relaciones entre el Vaticano y la IOR empeoraron después que Roma en 2002 reorganizara su estructura en Rusia con la creación de cuatro diócesis, a lo que Moscú respondió con la expulsión de varios sacerdotes católicos.
El patriarcado de Moscú lo consideró un desafío y un gesto "no amistoso" y arreció en sus críticas que Roma hace proselitismo en territorios que considera zonas bajo su tradicional control.
"No llevamos a cabo ninguna política de proselitismo, Yo, los demás obispos y el Vaticano estamos en contra de esa política, porque no tiene sentido, sobre todo después del II Concilio vaticano", que proclamó a ambas iglesias como "hermanas", enfatizó.
Aunque admitió que no puede "echar" a una persona que acude a su templo, matizó que el que quiera convertirse o ser bautizado según el rito católico deberá estudiar catecismo un año entero.
El prelado subrayó que "hay que distinguir entre proselitismo y libertad de credo" y negó que el Vaticano tenga planes de expansión en territorio ruso.
"Es verdad que sin el Papa tal vez no hubiera caído el Muro de Berlín, pero esto no quiere decir que nuestra Iglesia pretenda desmembrar a Rusia", indicó.
Kondrusiewicz recordó que hace un año el Vaticano y la IOR crearon una comisión encargada de los problemas existentes, y abogó por atraer a sus labores a los teólogos.
También pidió que la Iglesia Católica tenga representación en el Consejo de las Religiones de Rusia, que agrupa a las llamadas "confesiones tradicionales" de este país: ortodoxos, musulmanes, judíos y budistas.
Explicó que el citado término no está refrendado en ningún acta jurídica, mientras que "las diócesis católicas existen desde hace muchos siglos en Rusia", donde, según cifras oficiales, hay al menos 600.000 católicos, inclusive 65.000 en Moscú, aunque en realidad puede haber "hasta un millón y medio", según los sondeos. (EFE)
