El Vaticano anunció que la celebración del funeral del Papa se celebrarán no antes del jueves 7 de abril, en la Basílica de San Pedro en lo que se espera que sea la ceremonia religiosa más concurrida de los últimos años.
La norma establecida en 1996 por el propio Juan Pablo II establece que los funerales papales deben celebrarse entre cuatro y seis días después del fallecimiento.
En los dos días precedentes al del funeral el cadáver será expuesto en la Basílica Vaticana, para que sea venerado por los fieles.
Es previsible que decenas de miles de personas desfilen por el templo para rendir homenaje a quien ha dirigido la Iglesia católica durante veintiséis años y medio.
Asimismo, al funeral está previsto que asistan personalidades de todo el mundo, que convertirán Roma en la capital del mundo.
Las honras se extenderán durante nueve días consecutivos (los "novendiali"), a partir de mañana domingo, y en todos ellos tendrán lugar ceremonias religiosas para honrar al difunto Pontífice.
Con posterioridad, entre los días décimo quinto y vigésimo posteriores al fallecimiento de Karol Wojtyla comenzará el cónclave para elegir a su sucesor. (EFE)