La oración es guiada por el presidente de la comisión para la Ciudad del Vaticano, el cardenal Edmund Szoka, uno de los prelados la dedicó al Papa.
Unas 40.000 personas participan en el rezo del Rosario que, por segunda noche consecutiva, se realiza en la Plaza de San Pedro para acompañar la agonía de Juan Pablo II.
Antes del inicio de la oración, guiada por el presidente de la comisión para la Ciudad del Vaticano, el cardenal Edmund Szoka, uno de los prelados la dedicó al Papa como "un don, mientras emprende su último viaje".
Tras el rezo comenzará, como la víspera, una vigilia nocturna en la explanada vaticana, donde el flujo de fieles ha sido continuo en las últimas horas.
El último comunicado oficial difundido por el Vaticano señalaba esta tarde que el anciano Obispo de Roma sigue "gravísimo, con fiebre alta".
El boletín, muy breve, añadía que "cuando se le requiere responde correctamente a las preguntas de los que conviven con él".
En estas horas el Papa Wojtyla está acompañado de sus más estrechos colaboradores: sus dos secretarios privados, el arzobispo Estanislao Dziwisz y el religioso Mieczyslaw Mokrzycki, tres monjas y su ayudante de cámara, Angelo Gugel.
También están con él su médico personal, Renato Buzzonetti, y los doctores que le atienden desde los últimos días. (EFE)
