El prelado, que forma parte de los sectores más conservadores de la Iglesia, será el encargado de dar a conocer el nombre del sucesor de Juan Pablo Segundo, una vez que éste renuncie o muera.
El cardenal Jorge Medina Estévez fue nombrado como el encargado de anunciar a los fieles el nombre del nuevo Sumo Pontífice. Su designación como "protodiácono" se definió en el consistorio realizado este jueves en el Vaticano, en el que también se fijó para el 23 de octubre la canonización del sacerdote Alberto Hurtado.
Además de dar a conocer a todo el mundo, desde el balcón central del Vaticano, el nombre del sucesor de Juan Pablo Segundo, una vez que éste renuncie o muera, Medina también deberá de entregar el "palio" -insignia que consiste en una faja blanca con cruces negras- a los nuevos arzobispos, en caso de que no lo haga el Pontífice.
El cardenal es el primer prelado de la curia chilena que ostenta tan alto cargo y el próximo 29 de junio hará entregará del palio a un compatriota, monseñor Pablo Lizana.
Medina, quien se desempeñó hasta 2002 como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no ha estado alejado de la polémica.
El religioso se ha caracterizado por criticar la agenda valórica del Gobierno, a la que acusa de promover el divorcio y el aborto. En agosto de 2002 sostuvo que el ministro del Interior, José Miguel Insulza, era "experto en materia de diablos".
En febrero del mismo año, Medina causó la molestia del Ejecutivo al afirmar que el Papa Juan Pablo II se negó a recibir al Presidente Ricardo Lagos por diferencias de opinión en temas valóricos.
El pasado mes de octubre, el cardenal emérito afirmó en México que se deben perdonar los pecados del ex dictador Augusto Pinochet. "No hay ningún pecado que no se pueda perdonar", aseguró el religioso al referirse al general en retiro.
