El asesinato en Chillán del carabinero Breant Rivas Manríquez, durante la madrugada del jueves, reflotó las críticas de los alcaldes de la Región de Ñuble frente al aumento de los delitos de mayor connotación social, el poder de fuego de los delincuentes y la falta de dotación policial.
Los reclamos se basan en los propios informes de la Subsecretaría de Prevención del Delito, donde la capital regional de Ñuble, entre 2020 y 2021, registró un aumento de 88 por ciento en los robos con fuerza, de 112 por ciento en robos de vehículos motorizados y de 46 por ciento en el robo en lugar no habitado.
Camilo Benavente, alcalde de Chillán, fue el primero en alzar la voz, lamentando que el anuncio de la redestinación de 700 carabineros a 17 comunas del país no contemplara a ninguna de las 21 de Ñuble.
"El aumento de los delitos en nuestra ciudad ha subido de manera exponencial. El llamado al Gobierno es que en una región nueva queremos mantener nuestro estado de normalidad y calidad de vida, por lo que necesitamos una mayor dotación de Carabineros", manifestó.
CRÍTICAS A SICHES
Su par de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, lamentó que "los alcaldes de la cabecera regional no hayamos tenido la oportunidad de reunirnos ayer (jueves) con la ministra Izkia Siches en su viaje a la zona, para explicarle lo que estamos viviendo, con hechos de violencia que han aumentado exponencialmente".
"Es lamentable saber que no estamos dentro de las comunas a las cuales se les asignó un aumento en la dotación de carabineros. Nos sentimos acongojados y preocupados por lo que está ocurriendo, y las señales que el Ejecutivo está teniendo", dijo Del Pozo.
Por su parte, el alcalde de San Carlos, Gastón Suazo, señaló que "entristece saber que no hemos sido considerados en el plan de reforzamiento del personal policial, porque a pesar de los esfuerzos que podamos hacer como comuna en materia de seguridad, es sumamente importante la presencia de más carabineros, incluyendo los sectores rurales".
