Sacerdote Felipe Berríos se defiende: "No he cometido actos de significación sexual"

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Autor: Cooperativa.cl

El religioso emitió una declaración pública luego de que la Compañía de Jesús informara que se definió "la verosimilitud" de las denuncias en su contra.

 ATON (archivo)

Minutos después de que se conociera la declaración de Compañía de Jesús, en la que informaba que la investigación de la Iglesia Católica estableció "la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes", a manos de cura jesuita Felipe Berríos, éste emitió una declaración en la que descarta su participación en los mencionados hechos.

El sacerdote niega los actos que le atribuye la indagatoria encargada por la Compañía de Jesús, así como cuestiona que este nuevo comunicado "no diferencia entre las cuatro denunciantes y los tres relatos de otras personas, y no explica la diferencia entre que un hecho sea verosímil y que éste realmente haya ocurrido", y que no se mencione que entre los testigos hay quienes afirmaron "no haber observado nunca conductas impropias de mi parte".

"En este tiempo he podido conocer en detalle las cuatro denuncias y los tres relatos que finalmente se presentaron ante la investigadora canónica, ninguna de las cuales ha sido llevada a la Justicia. Son las únicas acusaciones que he recibido en 45 años como jesuita y luego de trabajar con más de 15 mil jóvenes en colegios y otros tantos en diferentes organizaciones sociales", recalcó el religioso, quien además asevera que "salvo una, desconozco las historias de vida de las denunciantes".

"Pero tras conocer sus relatos -continúa-, puedo afirmar que no he cometido los actos de significación sexual que ellas describen. De hecho, la sola expresión 'actos de significación sexual' es muy compleja, pues la gente se imagina relaciones sexuales no consentidas y horrores de ese tipo. Acá no hay nada de eso".

"La opinión pública debe saber que de lo que se me acusa es de conductas impropias, como lenguaje inapropiado, hablar de temas que supuestamente no corresponderían a un sacerdote y en algunos casos de abrazos y supuestas tocaciones de muslos y glúteos", precisa Berríos.

De todas maneras, asegura que "nunca me he aprovechado de mi posición de sacerdote. Al contrario, siempre he tratado de ser muy horizontal y he luchado contra las formas jerárquicas de la Iglesia, como que me traten de 'padre' o usar vestimentas opulentas. Todo eso, justamente, para evitar posiciones dominantes".

Dado lo anterior, reiteró su deseo de que este proceso "también avance en la Justicia ordinaria, pues ahí podré enfrentar un juicio justo y transparente, de cara a la ciudadanía".

Aunque ahora cuestiona la indagatoria al amparo de la iglesia, cuando se conoció la  primera denuncia Berríos afirmó que estaba "desde ya, a disposición de la Compañía  (de Jesús) para esclarecer los hechos con la mayor celeridad posible".

Además, su abogado -Julián López- aseguró que el proceso eclesiástico era "un procedimiento donde nunca nadie va a saber de qué fue acusado Felipe Berríos", justificando así su "autodenuncia" ante tribunales civiles, lo que la defensa de las vícitimas tildó de "show", por no ser válida en ningún proceso penal por abusos.