La acción de militares "en retiro por efecto de su defensa" no corresponde a una acción "institucional", dijo Humberto Oviedo.
"Yo puedo dar fe de que en el Ejército que me tocado comandar hoy día no existe ese pacto de silencio", afirmó el comandante en jefe.
El comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, negó la existencia de "un pacto de silencio institucional" para ocultar información sobre el paradero de quienes fueron detenidos y desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
"Definitivamente (respecto de) lo que se ha denominado ese pacto de silencio, yo puedo dar fe que en el Ejército que me tocado comandar hoy día no existe ese pacto de silencio. Al contrario, ha sido sistemática la necesidad de actuar con las autoridades de justicia para entregar la información que esté disponible en el Ejército", dijo Oviedo en una entrevista emitida anoche por Canal 13.
"Distinto es (el caso de) aquellas personas que están en condición de retiro y que, por efecto de su defensa y, conforme a la ley que se los permite, puedan entregar o no los testimonios que ellos estimen conveniente, pero eso no es un pacto que tenga la institución ni menos con ellos. Sería irresponsable y además que no se podría", añadió el general.
Oviedo insistió en descartar un "pacto institucional" y también que exista "resguardo de archivos".
Colaboración con la Justicia
"Eso los ministros en visita lo saben", dijo el uniformado, quien remarcó que los magistrados que investigan violaciones de los derechos humanos "pueden acceder a toda la información que nosotros tenemos".
"Pueden ir al archivo del Ejército, pueden trabajar -como ha sucedido- semanas en él y tratar que nosotros generemos el máximo de información para poder ojalá llegar a (...) a lo que cada persona acepte como solución de aspectos que a lo mejor han sido muy dramáticos, muy dolorosos de aceptar", señaló.
Humberto Oviedo expresó un compromiso con generar las condiciones para el que Ejército coopere con los ministros en visita y las autoridades que correspondan para entregar el máximo que información que agilice los procesos.
"Algo muy importante que dijo el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, y lo que yo adhiero plenamente (...) es que esos procesos puedan acelerarse para tener la respuesta lo antes posible, pero con calidad, y en eso nosotros estamos empeñados de hacer esfuerzos incluso más allá de lo que a lo mejor tradicionalmente estábamos haciendo", señaló el comandante en jefe.
Según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado durante la dictadura, de las que 1.192 figuran hasta hoy como detenidos desaparecidos, cuyas familias siguen buscando respuesta sobre su paradero.
Desde el retorno a la democracia se han establecido diversas instancias, incluida una mesa de diálogo en 1998, orientadas a que las Fuerzas Armadas colaboren con la información de la que pudieran disponer.
Sin embargo, hasta ahora no se han obtenido pistas concretas y la respuesta más frecuente ha sido que los cuerpos de los desaparecidos fueron lanzados al mar.
El debate sobre el presunto "pacto de silencio" se reabrió hace algunas semanas -a pocos días de cumplirse 41 años del golpe militar- tras el deceso del general en retiro Ricardo Izurieta, quien sucedió a Augusto Pinochet en la comandancia en jefe del Ejército.
En medio del reconocimiento público de figuras de la Concertación y de la Alianza, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos acusó que Izurieta "ayudó a mantener el pacto de silencio".
