Cumplirá su pena en centro penitenciario femenino de San Clemente.
La familia de la víctima reaccionó con molestia ante la decisión del tribunal.
La mujer "abonará" a su condena el año que ya lleva recluida.
A seis años de prisión efectiva fue condenada Rossana Valdés Caro, de 40 años, como autora del parricidio contra su pareja, a quien asesinó, descuartizó y luego cocinó sus restos, esto en la vivienda que compartían en la comuna de Molina.
Pese a que el Ministerio Público solicitaba 15 años de presidio, el tribunal dictaminó la condena anteriormente mencionada.
La familia de la víctima reaccionó con molestia por la decisión del tribunal, como la hermana de la víctima, Mariela Muñoz, quien dijo que la pena que cumplirá su cuñada no le devolverá a quien era el alma de la familia.
"Los seis años no me van a devolver a mi hermano, él era una persona muy alegre, el que reunía a la familia, quien me lo va a devolver", dijo la mujer.
En la misma línea, el padre de la víctima, José Muñoz, calificó la resolución como una "vergüenza" porque "esto lo sabe todo el país. Deberían darse cuenta que es una sinvergüenzura lo que hicieron".
En tanto, el abogado defensor Juan Pablo Cárdenas, quien había solicitado libertad vigilada intensiva para su representada, reconoció que la condena se ajusta a derecho, no obstante se reservó el derecho de recurrir de nulidad.
"En ese contexto creemos que la pena de seis años es una pena que se ajusta a derecho, el tribunal hizo uso de rebajar la pena en dos grados y una vez que analicemos el fallo en su totalidad, veremos la posibilidad de presentar algún recurso de nulidad que tenemos 10 días para ello, mientras este fallo no quede ejecutoriado", dijo el jurista.
Valdés cumplirá los seis años de prisión efectiva en el centro de cumplimiento penitenciario femenino ubicado en San Clemente y se le considera como "abono" a esa pena el año que lleva recluida.
Según los antecedentes del caso, el 5 de abril de 2014, la mujer molesta con su conviviente, con quien tuvo un hijo, debido a que le sustrajo cinco millones de pesos, le disparó un tiro al pecho, provocándole la muerte instantánea.
Posteriormente descuartizo el cuerpo, lo cocinó y sus restos los colocó en bolsas de plástico para eliminarlos, no obstante luego decidió entregarse a la justicia.
