Los riesgos "son completamente cargo de la constructora", recalcó la ministra Loreto Silva.
Además, la ministra espera que con la construcción del puente se terminen la obras del plan Chiloé.
La ministra Loreto Silva respondió a los temores planteados por el comando de Michelle Bachelet.
La ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, descartó que el Estado deba asumir cualquier encarecimiento en la construcción del puente sobre el Canal de Chacao, ante los temores planteados por el comando de Michelle Bachelet que el costo del proyecto se incremente más allá de los 360 mil millones de pesos contemplados.
"Aquí hay una oferta a firme. Es un contrato a suma alzada, donde los riesgos de construcción, de ingeniería, de tipo de cambio, del costo del acero, son completamente cargo de la constructora", enfatizó la secretaria de Estado.
La autoridad añadió que "quien asume un compromiso, quien asume la obligación es el Estado de Chile y esperamos que, cualquiera que sea quien asuma el Gobierno, cumpla con estos dos mandatos que son la construcción del puente y terminar con el plan Chiloé".
A su vez, varios alcaldes del archipiélago apuntan al Gobierno del Presidente Piñera por el retraso y descartar varios de los proyectos del plan Chiloé, diseñado en la Administración anterior.
El presidente del consejo de alcaldes de Chiloé y jefe comunal de Chonchi, Pedro Andrade (DC), detalló que "luego de que asumió este Gobierno y cuando firmamos el acuerdo con la Presidenta Bachelet en La Moneda, de un plan de inversión para Chiloé, en este Gobierno borraron gran cantidad de proyectos que estaban contemplados en las comunas y no se hicieron y siguen en compás de espera".
"En el by-pass de Castro recién, según lo que nos ha dicho la ministra, van a hacer las expropiaciones. Hay una voluntad política, que en este Gobierno no se dio cumplimiento a los requerimientos que teníamos los alcaldes de Chiloé en función de las necesidades de conectividad", añadió Andrade.
Puente más barato que hace siete años
Aún resta que la Contraloría tome razón de la adjudicación de la obra al único consorcio internacional que se interesó en construirla, el de capitales brasileños, coreanos, franceses y noruegos conformado por OAS, Hyundai, Systra y Aas-Jakobsen.
El gerente general de OAS, Jaume Serret, explicó que ahora es más viable construir el puente que hace siete años porque "respecto del proyecto de 2006, se han minimizado los riesgos, las tecnologías han evolucionado, hay partes del puente que se han minimizado sin escatimar, evidentemente, ningún tema de calidad".
"Debido al mercado que ha cambiado, hay un efecto cambiario distinto, hay un efecto de acceso de materiales distinto, y eso va a facilitar la construcción", añadió Serret.
Al Estado, el puente le costará casi 185 millones de dólares menos de lo que se proyectó inicialmente en el año 2006 y se estima que el 70 por ciento de la mano de obra que absorberá su construcción será chilena.
Además, el proyecto implicará una importante transferencia de conocimientos sobre las últimas tecnologías para este tipo de construcciones.
