El senador RN llamó a "no confundirse", aunque concedió que "algo huele mal en el mundo empresarial".
Dijo que el nombramiento del nuevo contralor y fiscal nacional serán "una prueba de fuego" en aras de la transparencia.
El senador por Santiago Poniente pidió "desterrar el populismo y el oportunismo para aproximarse a la crisis".
El senador RN Andrés Allamand afirmó que Chile no es un país de empresarios mafiosos o políticos corruptos, pero hay una serie de conductas que se deben erradicar para no volver a pasar por episodios de escándalos como los vividos con los casos Penta y Caval.
Aunque no le baja el perfil a la gravedad de lo vivido en ambas investigaciones ni pretende "empatarlas", Allamand pidió "no confundirse, porque Chile no es un país de empresarios mafiosos y de políticos corruptos".
Sin embargo, detalló las responsabilidades que tienen precisamente en el sector privado y la clase política.
"Creo que algo huele mal en el mundo empresarial cuando en los últimos años tenemos una secuencia completamente inaceptable: La Polar, Cencosud, escándalos con las tarjetas de crédito, colusión en la industria avícola, farmacéutica, caso Cascadas y un largo suma y sigue", describió el senador RN.
Por lo anterior, Andrés Allamand dijo al matutino que urge "despejar dos virus que aumentan la profundidad de la caída: desterrar el populismo y el oportunismo para aproximarse a la crisis".
"Cambio de actitud"
El legislador por Santiago Poniente pidió "concentración" para lo que viene, donde junto con establecer "un sistema permanente de financiamiento para los partidos", es partidario -como ha dicho el Gobierno- de elevar los estándares de transparencia y los marcos regulatorios entre política y negocios.
Por eso dice no compartir posturas como las de Osvaldo Andrade, de quien comentó que "anunció querellas a granel" por el caso Penta, pero enmudeció una semana "cuando apareció envuelto el hijo de la Presidenta en el escándalo Caval".
"En abril corresponde reemplazar al contralor y hacia fines de año al fiscal nacional", recordó Allamand, quien sostuvo que se deben "elevar al máximo las exigencias de los nombramientos y eso conlleva una alta calificación profesional y autonomía política".
"No tengo duda que la sociedad civil va a estar atenta a estos nombramientos, pero lo que estoy diciendo es que las crisis de esta naturaleza no sólo requieren ajustes legales sino también cambios de actitud", concluyó el parlamentario que calificó de "prueba de fuego" la metodología para designar los nuevos cargos.
