Banco Central rebajó en medio punto la tasa de interés

En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central resolvió, por la unanimidad de sus miembros, reducir la tasa de interés de política monetaria desde 2,25 por ciento a 1,75 por ciento anual.

Un comunicado del instituto emisor justificó la decisión, entre otros motivos, en que "los costos y precios a nivel nacional muestran que las presiones inflacionarias continúan siendo menores a las esperadas".

"Las novedades por el lado de los costos y precios muestran que las presiones inflacionarias continúan siendo menores a las esperadas. La inflación en 12 meses se encuentra en torno a uno por ciento, esperándose variaciones anuales negativas en algunos meses del primer semestre de este año", afirma el Banco Central.

Agrega que el cambio en la tasa de interés reduce el riesgo de que las futuras decisiones de precios se basen en expectativas inflacionarias incoherentes con el objetivo inflacionario del Banco Central, postergando la convergencia de la inflación a tres por ciento en el horizonte habitual de política de 24 meses".

Con relación a la actividad, los antecedentes recientes del instituto emisor "apuntan a un aumento en las proyecciones de crecimiento para los próximos trimestres", debido tanto a factores externos como internos.

El Banco constató que "los términos de intercambio continúan mejorando, en particular el precio del cobre; se ha fortalecido el crecimiento mundial esperado para este año y se mantienen condiciones financieras internacionales positivas".

En la economía interna, sostiene el Banco Central, las expectativas de los consumidores son más optimistas, en un marco en que continúan aumentando el empleo y el crédito a las personas, a lo que suma la expansividad de la política monetaria".

El Banco Central reafirmó "su objetivo de alcanzar una inflación centrada en tres por ciento, en el horizonte habitual de política de 24 meses", y reiteró que "continuará usando sus políticas con flexibilidad, de manera de enfrentar las desviaciones que se proyecten en cualquiera dirección, respecto de la trayectoria esperada de la inflación" y su relación con la meta establecida.

Créditos de consumo serán aun más baratos

La decisión provocó sorpresa en los actores económicos ya que estudios previos de algunos analistas económicas señalaban que el Consejo del Banco Central iba a mantener la tasa del 2,25 por ciento. El 1,75 por ciento es la tasa de interés anual más baja de los últimos años.

En definitiva, el Banco Central busca terminar con el ciclo de inflaciones negativas y volver a positivas, pero controladas y moderadas en torno al tres por ciento anual.

En lo inmediato, esto significa que nuevamente bajarán las tasas de interés para los créditos de consumo de corto plazo, un incentivo al gasto y, por ende, a la reactivación del país.

En cambio, las tasas de largo plazo, como las letras hipotecarias, se van a quedar en sus actuales niveles, aseguran los expertos.

Como contrapartida, se desincentiva el ahorro porque también caen las tasas de interés que los bancos e instituciones financieras ofrecen por los depósitos. En estos momentos, no conviene mantener plata en el banco.

El economista Erick Hendel, de la Universidad Gabriel Mistral, comentó que "el Banco Central está siguiendo una política monetaria bastante agresiva y audaz, aprovechando los espacios que se le están abriendo por la coyuntura. La evolución del dólar hacia abajo y la baja de inflación efectivamente abren espacio al Banco Central para bajar la tasa".

"Lo que está haciendo el Banco Central es aprovechar esos espacios que se abrieron y hacer una política monetaria más expansiva todavía que lo que había decidido en la última reunión, lo cual tendría que tener como repercusión acelerar aún más el ritmo de reactivación de la economía, detener un poquitito la caída del dólar y genera presiones inflacionarias un poquitito más altas en el futuro", añadió el experto.