Un breve comunicado de la Santa Sede señaló que el Pontífice se mantiene en estado crítico, pese a lo cual "responde correctamente a las preguntas de los familiares".
El Papa Juan Pablo II continúa "gravísimo, con fiebre alta", según el último breve parte médico facilitado por la Santa Sede.
El boletín indica que "las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen gravísimas. A última hora de la mañana ha aparecido fiebre alta. Cuando se le requiere responde correctamente a las preguntas de los familiares".
La nota esta firmada por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, y fue entregada casi una hora después que se suspendiera una rueda de prensa del vocero.
El comunicado reemplazó una comparecencia de Navarro Valls ante los periodistas, la que estaba prevista para antes de las 17:00 horas GMT (13:00 horas en Chile), y que fue suspendida sin explicar las razones.
Con posterioridad al boletín divulgado por Navarro Valls, la agencia italiana AdnKronos informó que la salud del Papa es mucho más grave ya que, a las condiciones señaladas oficialmente, se sumó una complicación cardiaca.
La citada agencia fue la misma que el viernes señaló que el Pontífice no presentaba actividad cerebral y que incluso, en su sitio web, tituló "El Papa ha muerto".
Mientras ello ocurría en el interior del Vaticano, las miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro para acompañar al Papa en su agonía se manifiestan con cánticos, plegarias y aplausos de ánimo.
En un momento dado, los cánticos iniciados por un grupo de adolescentes fueron secundados por cientos de personas, que también aplaudieron y lanzaron "vivas" al anciano Pontífice mientras mantenían la vista fija en las ventanas de los aposentos papales.
Una cuadrilla de trabajadores empezó a desmantelar el toldo que se coloca en la escalera de la basílica de San Pedro para proteger del sol a los oficiantes durante las misas al aire libre, lo que supondría que se ultiman algunos preparativos para el funeral de Juan Pablo II.
Mientras tanto, la ciudad de Roma también inició los preparativos para acomodar a los cientos de miles de peregrinos que llegarán en los próximos días. Se han instalado servicios higiénicos, se apostaron ambulancias y tiendas de la Cruz Roja y se aumentó el sistema de transportes que llegan a San Pedro.
Además, el municipio comunicó que se pondrán a disposición los estadios de fútbol de Roma, el Olímpico y el Flaminio, para acoger a los peregrinos, así como el área de la zona de Tor Vergata, donde se celebraron algunas ceremonias del Jubileo de 2000 como la Jornada de la Juventud.
