Orión Aramayo, ex subdirector, sostuvo que no se cumplieron las metas propuestas.
En Cooperativa alertó sobre la eventual pérdida de confianza internacional por esta situación.
Aramayo consideró que el censo del año pasado fue mal ejecutado.
El ex subdirector del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) durante el Gobierno de Michelle Bachelet, Orión Aramayo, aseguró que la presunta manipulación que se produjo en las cifras del Censo 2012 se debió a que el proceso fue mal ejecutado.
En conversación con Cooperativa, el también doctor en Ciencias de la Ingeniería, resaltó que las metas propuestas eran alcanzar un a cobertura territorial del 95 por ciento y una baja cifra de rechazos.
"La manipulación de datos es una consecuencia de un censo mal ejecutado. Se puede hablar de que el censo fue bueno o malo en función de los objetivos propuestos", dijo Aramayo, quien recalcó que las metas "que nos propusimos era una cobertura territorial de 95 por ciento, un rechazo de menos del 5 por ciento y cero por ciento de inconsistencias en los formularios".
"En función de esas metas, que es lo que requiere un país en vías de desarrollo o ya dentro del grupo de países desarrollados, como el caso de Chile que estaba entrando a la OCDE. Con esas metas el censo no es malo", añadió el experto, quien matizó que "el haber utilizado un censo en un año con cambios estructurales, a como funcionaban los censos, implicó que no se tuvo la capacidad de abarcar el 100 por ciento del territorio".
Orión Aramayo indicó que según se enteró con quienes trabajaron en el censo, sólo se alcanzó poco más del 80 por ciento del territorio y que los trabajadores que tomaron los datos cometieron algunos errores.
"Según me comentó la gente que participó en el equipo de geografía y cartografía, ellos lograron abarcar sólo el 83 por ciento del territorio. En el caso de la población, debido a la corta capacitación, quizá la inadecuada capacitación que tuvieron los funcionarios contratados, cometieron errores como no identificar la diferencia de una casa que no hay gente con una casa abandonada o la casa donde la gente no recibió también tiene que ver con la capacitación", recalcó.
Consultado sobre las motivaciones para manipular los datos del conteo, Aramayo sostuvo que las bajas cifras llevaron a esa situación, que finalmente condujo a la salida del director del INE, Francisco Labbé.
"Un país como el nuestro no podía presentar los vacíos o la falta de cobertura, o el nivel de rechazo que presentó esto, porque hubiese sido un fracaso, tanto interno para el director, como externo para los distintos organismos internacionales que nos apoyan y que se abastecen de nuestros datos", dijo el ingeniero.
El ex subdirector del INE además manifestó tristeza por la situación del organismo, pues indicó que la institución era reconocida en toda Latinoamerica por su seriedad.
"Esto da pena, a mí me duele personalmente. Cuando estuve en Panamá con todos los encargados de censos en Latinoamérica, era un orgullo ser del INE, porque todos reconocían una transparencoia, calidad metodológica, e indepencia del gobierno de turno, en los datos del INE", afirmó.
También consideró que los cuestionamientos a distintas mediciones realizadas son un atentado a la fe pública y minan la confianza internacional del organismo.
"Hoy, tanto en la encuesta de pobreza, de empleo, en el IPC y en el Censo, estamos siendo cuestionados, entonces eso es un atentado a la fe pública y creo que en el último periodo, en este Gobierno, hemos tenido en varios aspectos atentados a la fe pública", sostuvo Aramayo.
"Cuando la gestión en un Gobierno se hace sin ética vamos a terminar con instituciones quebradas y sin confianza, vamos a perder confianza internamente, con los ciudadanos, pero también vamos a perder confianza internacional", concluyó.
