El machi, que está internado en el Hospital de Nueva Imperial, tomó su determinación tras una visita del subsecretario de Justicia y del director de Gendarmería.
Condenado por el crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay, protesta para exigir que se le permita cumplir la pena de cárcel en su domicilio.
Celestino Córdova, quien cumple una pena de 18 años de presidio por el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, depuso este viernes la huelga de hambre seca que desarrollaba y que significaba una radicalización de su renuncia a ingerir alimentos que lleva adelante hace 82 días.
El comunero mapuche tomó la determinación tras una visita del subsecretario de Justicia, Sebastián Valenzuela, y del director nacional de Gendarmería, Christian Alveal, quienes llegaron hasta el Hospital Intercultural de Nueva Imperial, donde permanece internado debido a las consecuencias de salud que tiene por el método de presión que inició para exigir que se aplique el Convenio 169 y se le permita purgar su condena en su domicilio.
El machi, que fue trasladado de la Cárcel de Temuco al mencionado recinto asistencial el 15 de julio pasado, continuará así solamente con la huelga de hambre líquida.
El 1 de julio pasado, el Juzgado de Garantía de Temuco rechazó un recurso de amparo presentado a favor del machi, descartando la posibilidad de que el comunero completara su condena en su comunidad.
Córdova es uno de los cuatro condenados por el asesinato del matrimonio de agricultores Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, quienes murieron la madrugada del 3 de enero de 2013, cuando encapuchados atacaron con disparos y bombas incendiarias su casa del fundo Granja Lumahue, en la comuna de Vilcún.
