En libertad quedaron los dos hombres acusados de haber matado a dos carabineros cuyos cuerpos fueron encontrados en la frontera con Perú en la Región de Arica y Parinacota.
Los hermanos Francisco y Juan Carquesana quedaron en libertad mientras se desarrolla la investigación que tardará 90 días, sin embargo, las eventuales sanciones sólo tendrán relación a la infracción a la Ley de control de Armas, debido a las armas incautadas al momento de la detención: un fúsil de guerra calibre 7.65 y un rifle calibre 22 milímetros.
El fiscal Mario Carrera explicó que "el Ministerio Público tiene el deber de objetividad, investigar tanto lo que les perjudica como lo que beneficias a las personas que están siendo sometidas a investigaciones y en este caso eso es lo que se hizo".
"Hay dos peritajes que eran vitales para confirmar o descartar los distintos delitos. El primer de ellos era saber si las armas que se le incautaron eran armas de fuego y si efectivamente estaban aptas para el disparo, eso fue positivo. Por lo tanto, hoy día se les formalizó por el delito de tenencia de arma de fuego que tiene una pena que llega hasta los cinco años", detalló.
Al mismo tiempo, indicó que en lo que se refiere al asesinato de los carabineros "el peritaje comparativo arrojó que no eran las mismas armas ni las mismas municiones que las utilizadas en el sitio del suceso donde murieron los carabineros, por lo tanto, por ahora no están imputados por ese delito".
En tanto, el abogado defensor contratado por la comunidad aymara, Andrés Jara, aseguró que las penas que incluye la Ley de Control de Armas también serán anuladas puesto que el convenio con la OIT contempla trato especial para los aborígenes en cuanto a la posesión de armamentos.
"Las costumbres de los pueblos aymara son reconocidos a nivel internacional por la Convención 169 de la OIT que permite que tengas armas", concluyó.
Tras ser libertados, Francisco dijo estar contento por la liberación y pidió que ojalá se encuentro a los autores del crimen.
