El Presidente electo, Gabriel Boric, negó que en su sector exista interés en "disputar" que sea él quien, después del 11 de marzo, le ponga la firma a la eventual ley de la Pensión Garantizada Universal (PGU), en medio de la posibilidad de que el debate se dilate por las dudas en torno al financiamiento y que el Congreso no alcance a despachar el proyecto antes del término del período legislativo.
El Gobierno de Sebastián Piñera, que anunció la propuesta a inicios de diciembre pasado y la ingresó a tramitación tras la segunda vuelta presidencial del 19 de ese mes, apuesta a que el Congreso la despache este mes de enero, antes del receso legislativo de febrero y a fin de que los pagos puedan comenzar ese mismo mes.
Sin embargo, debido a los cuestionamientos que han surgidos al financiamiento permanente del aporte previsional, desde el Senado el socialista Carlos Montes adelantó que la Cámara Alta "se va a tomar por lo menos un par de semanas" para analizar la iniciativa. Aquello, por los plazos, podría frustrar la intención de la actual Administración y que incluso la PGU sea despachada en marzo, ya con Boric en La Moneda.
Consultado sobre ese escenario, el Presidente electo, proclamado oficialmente este lunes, aclaró: "No tenemos ningún interés en disputar quién firma la reforma".
"Lo que importa es que las pensiones mejoren (...) Estamos por que esto salga lo más rápido posible en la medida que haya garantía de que va a estar financiado", enfatizó.
Insistió que "los plazos de la misma no están supeditados a la ambición de quién pone la firma o quién se adjudica el hecho, más bien a que sea una reforma seria, responsable y sostenible en el futuro".
"Hemos estado en diferentes conversaciones y le vamos a presentar al Gobierno un pool de alternativas distintas para asegurar el financiamiento en función de las recomendaciones de economistas expertos en el área que no necesariamente son de nuestro sector", apuntó también.
IMPUESTO A "SÚPER RICOS" EN FINANCIAMIENTO TENSIONA A LA CÁMARA
El Ejecutivo tramita paralelamente en el Congreso dos iniciativas al respecto: una, ingresada como indicación a la fallida ley corta, que propone la creación de la PGU; y otra, que elimina exenciones tributarias a fin de recaudar platas que permitan solventar la Pensión. La primera fue aprobada -sin votos en contra- la semana pasada en la Cámara de Diputadas y Diputados, y ahora pasó al Senado; y la segunda será votada en Sala de la Cámara Baja este lunes, en primer trámite.
En la antesala a la sesión citada para las 16:00 horas de hoy, tensiona que se haya incluido en el texto, en su paso por la Comisión de Hacienda, el impuesto a los patrimonios más altos como una fuente de financiamiento.
En esas condiciones, el diputado Raúl Soto, jefe de la bancada del PPD, adelantó que "hoy vamos a aprobar el proyecto con los cambios establecidos en la Comisión de Hacienda, y la incorporación del impuesto a los 'súper ricos' para financiar".
Ese punto "hace que el proyecto sea inviable en el mediano plazo", fustigó el RN Frank Sauerbaum. "Lo que se está buscando es entorpecer la aplicación de esta Pensión en febrero, porque el Gobierno va a tener que ir al Tribunal Constitucional porque es una facultad propia del Presidente de la República presentar este tipo de tributos", advirtió.
