Según el gobierno africano, varias organizaciones estaban al tanto del plan de la entidad francesa, que pretendía "secuestrar y esclavizar" a 10 mil niños chadianos y sudaneses.
El Gobierno de Sudán acusó que el objetivo final de la operación montada por la ONG francesa El Arca de Zoe era "secuestrar y esclavizar" a 10 mil niños chadianos y sudaneses, y que la idea contaba con la complicidad de organismos y agencias de Naciones Unidas (ONU), como Unicef.
"El programa empezó a organizarse en abril y mayo en París, con el apoyo de muchas organizaciones y agencias y se trataba de secuestrar a 10 mil niños", dijo el comisionado de asuntos humanitarios del gobierno sudanés, Mohamed Abdelrahman Hasabu, sobre el fallido intento de sacar ilegalmente de Chad a 103 niños.
Además, aseguró que toda la operación contaba con el apoyo de la coalición Save Darfur.
El funcionario agregó que muchos meses antes de ocurrir los hechos que llevaron a la detención de los europeos, en octubre pasado, "ya estaban dados los permisos para el avión que iba a trasladar a los niños, ya había visados para ellos y había numerosas familias que habían pagado entre 1.500 y 8.000 euros (entre uno y seis millones de pesos) por hacerse con uno de esos niños".
Hasabu explicó que de los 103 niños rescatados y que se encuentran actualmente en un orfanato de la ciudad chadiana de Abéché, 17 son sudaneses.
Además, dijo que hay otros 74 niños que están "desaparecidos" y señaló que Jartum cree que "todos o parte de ellos ya fueron trasladados a Europa antes de la operación".
De estos menores desaparecidos, 35 serían de Sudán, según Hasabu.
El comisionado de asuntos humanitarios, quien calificó como "criminales" para los miembros de la ONG francesa, añadió que lo ocurrido es "un grave crimen trasnacional" y defendió su acusación de "esclavitud" cuando dijo que "poner precio a la cabeza de un niño es esclavitud".
En la misión de Sudán ante ONU, Hasabu denunció que la reacción de la comunidad internacional y de las agencias ante este caso ha sido "débil", "especialmente de aquellas agencias, como la Alta Comisaría para los Refugiados (Acnur) y el Fondo para la Infancia (Unicef), que deben proteger a los niños".
"La historia no ha acabado y debemos averiguar quién está detrás de todo", concluyó el comisionado. (EFE)
